A menos de un mes del supuesto inicio de la temporada de la Primera División Amateur de AUF, el Paysandú FC espera por definiciones.
La realidad es que, hoy por hoy, los sanduceros cuentan con equipos deportivos, pelotas y el cupo en AUF para participar. Pero falta, de manera urgente, que se concrete la llegada de un inversor que encamine el barco.
La participación sanducera del pasado año en la divisional dejó un sabor amargo en lo deportivo, algunas deudas, pero el objetivo cumplido que no era otro que mantener la plaza dentro de la AUF.
Tras el cierre de la temporada, no fueron pocos los que se interiorizaron en la realidad del Paysandú FC, con la intención de recalar con ideas y dólares.
Pero uno a uno los posibles inversores se fueron bajando por diferentes motivos. Pasó Alejandro Nannini, también el padre de Lucas Torreira, y el último en consultar y aspirar a recalar en el Paysandú FC fue Walter Guglielmone.
Pero no hubo acuerdo entre las partes, lo que lleva a que todavía no se encuentre una solución. Hay una nueva carta sobre la mesa, y es la de un inversor que llega con un proyecto que es valorado como serio, que incluye la construcción de un polideportivo, y que pretende hacerse cargo de absolutamente todo.
Más claro: quiere comprar todas las acciones y liderar en soledad el proyecto que tiene en mente. Se aguarda que por estas horas se pueda conversar y arribar a un acuerdo con el potencial inversor que quiere hacerse cargo del club y apostar a un trabajo de largo plazo, no solo en Primera.
Mientras, todo es incertidumbre. Muchos golpearon la puerta aspirando a trabajar en una plaza que es considerada importante, pero nadie ha dado el sí definitivo.
