Las paredes de Aprodime lucen desde los últimos días un nuevo mural, creado con la participación de los alumnos de la institución, en los talleres de plástica, a cargo de Daniel Dalmao. Lo particular de esta obra, que surgió de un trabajo realizado en el aula, es que en ella aparecen todos los alumnos de este año.
“Estábamos haciendo dibujos de actividades que se hacían y uno dijo ‘cómo me gustaría ser astronauta’. Entonces empecé a preguntarles en las clases qué les gustaría ser, o qué les hubiera gustado ser. Uno me dijo corredor de autos, otro me dijo bombero. Esto fue el año pasado”. Las respuestas que recibió fueron el disparador de otra actividad, que consistió en tomarles fotos caracterizados, “uno en el espacio, otro volando con globos”. Fue a partir de ahí que Dalmao propuso hacer un mural con esas ideas “y hacer un mundo onírico, digamos, con ellos en situaciones totalmente diferentes”.
El planteo fue “un paisaje que contenga todo: agua, montañas, ciudad, espacio, y a partir de ahí fue que salieron las fotos de ellos. Hay algunos por ejemplo que andan en una montaña rusa, entonces a las fotos les voy agregando dibujos y ellos los van pintando, y se hace un collage”. Los alumnos participaron en la pintura, del mural, “por partes, por clase; después en el aula se trabajó por ejemplo una nave espacial, les marqué el dibujo, ellos lo pintaron, después se agregaron ellos y queda todo un montaje”.
En el mural aparecen todos los alumnos. “Es un testimonio de toda esta generación de chiquilines que está yendo, que hay de diversas edades, hay chiquitos de 4 o 5 años, hasta personas que rondan los 30, 40 años. El mural está adentro de la institución, en un corredor que comunica la parte del patio central con las aulas”, indicó.
GRUPAL
Dalmao señaló que siempre procura realizar actividades colectivas. “El símbolo de Aprodime es una mariposa, entonces ahora lo que estamos haciendo son unas mariposas con los palitos de helados, todo como una construcción medio esquelética. Cada uno hace una, y después la intención es colgarlo en el medio del patio central como si fueran colgantes”. Agregó que es un ámbito en el que disfruta su tarea. “Me gusta mucho trabajar con los gurises, me ha servido mucho, fue todo un desafío cuando empecé con esto, y al mismo tiempo yo saco mucho de ellos, me inspiro mucho. A mí mismo me he demostrado lo que he podido lograr con ellos a través del trabajo”, indicó.
Desde el punto de vista artístico también se ha visto sorprendido. “Te incentiva mucho la creatividad, de tratar de trabajar con chiquilines que por ahí tienen dificultades, dándoles las herramientas y las pautas necesarias, ellos pueden lograr cosas fabulosas, y a partir de ahí te das cuenta que cada uno tiene cualidades particulares”, dijo. Aseguró que “hay chiquilines que pintando son una maravilla, solo hay que encontrarle la vuelta, y hay otros que para el dibujo son estupendos, como hay otros que están más para la parte tridimensional, de hacer objetos, de hacer cosas. Es un mundo muy particular, cada uno es un individuo que a pesar de las limitaciones que tienen te encontrás con cosas muy lindas”.
A su vez entiende que es para ellos “una forma de expresarse, de decir algo; porque la forma común de comunicarnos, a través del habla, es algo que muchos de ellos no pueden hacer, o no saben comunicarse, y a través de un dibujo o de una pintura o lo que sea te están diciendo cosas, y se sienten bien, porque a veces hacen algo que te sorprende, hay trabajos que son impactantes, que están muy buenos”.
Dalmao adelantó que este año tienen previsto hacer una serie de trabajos inspirados en obras de artistas reconocidos y tratar de realizar una exposición.