Las objeciones sobre el caudal de agua del río Santa Lucía para Montevideo “están salvadas”

Los anuncios del gobierno respecto a descartar el proyecto Arazatí refieren a un proyecto alternativo que le permitirá incluso ahorrar millones de dólares al Estado, respecto a la inversión prevista por el gobierno anterior poco antes de terminar el mandato, y a juicio de los técnicos, en el río Santa Lucía se cuenta con reservas de agua suficientes para asegurar el abastecimiento de agua a la capital, destacó a EL TELEGRAFO el vicepresidente de OSE, Dr. Guillermo Caraballo, al relativizar las críticas que surgieron respecto al cambio de rumbo resuelto por el gobierno de Yamandú Orsi.

El viernes anterior, el secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez, el ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, y el presidente de OSE, Pablo Ferreri, presentaron un proyecto alternativo, que implicará la construcción de una potabilizadora de 200 mil metros cúbicos, como estaba planteado, pero en la cuenca del Santa Lucía, en las inmediaciones de Aguas Corrientes, y que consideran valdrá un tercio menos que Neptuno.

El acuerdo del gobierno con el consorcio encargado del proyecto (Berkes, Ciemsa, Saceem y Fast) implicó cambiar “términos de común acuerdo” entre las partes del contrato.
El gobierno y el consorcio privado se encuentran en una denominada zona de acuerdo tras la presentación de una contrapropuesta que deja de lado la construcción de la planta potabilizadora en Arazatí y plantea, en su lugar, una nueva planta en Aguas Corrientes y obras en Costa de Oro.
La contrapropuesta del Poder Ejecutivo busca reestructurar el proyecto heredado de la administración de Luis Lacalle Pou, conocido como Proyecto Neptuno, que había sido cuestionado por razones económicas y ambientales. La nueva propuesta incluye la construcción de una planta alternativa en Aguas Corrientes, a 56 kilómetros de Montevideo, donde ya existe una planta que abastece de agua potable al área metropolitana.

La nueva planta en Aguas Corrientes tendría la capacidad de potabilizar 200 mil metros cúbicos adicionales de agua por día, los cuales serían transportados a través de una red aductora hacia las instalaciones de Cuchilla Pereira. Desde allí, el agua se bombea actualmente hacia el área metropolitana. Además, el Gobierno propone realizar obras en el arroyo Solís Chico para asegurar el abastecimiento de agua potable en la Costa de Oro, una zona que ha experimentado un crecimiento poblacional significativo en los últimos años.

Para la Costa de Oro, se proyecta la construcción de una pequeña represa y una planta de tratamiento de agua potable a menor escala. Estas obras buscan garantizar el suministro de agua en una región que ha visto un aumento en la demanda debido al crecimiento demográfico.

Las alternativas

Expuso Caraballo, ante nuestra consulta, que “una alternativa era cumplir el contrato tal cual estaba firmado. Otro escenario posible era rescindirlo, pero ello implicaba pagar una multa sin ningún tipo de infraestructura a cambio, estimativa en unos 50 millones de dólares, lo que no era un buen negocio para el país. Una tercera línea, que fue la que primó, fue de ir a buscar los mismos objetivos, que era el abastecimiento de agua potable para el área metropolitana, para asegurar la perspectiva al 2045 –sobre lo que se generó conciencia con la crisis hídrica 2023– pero con otra obra que no fuera Arazatí, que tenía una serie de problemas, cuestionamientos técnicos, financieros, jurídicos, académicos, sociales”.

Hubo un período de 90 días de negociación entre la empresa y el gobierno, “que concluye ahora con este anuncio y se habilita un nuevo plazo hasta el 31 de agosto de este año, para tener el proyecto tras el dibujo grueso, al que hay que bajarlo a tierra. Va a haber equipos técnicos, económico financieros, jurídicos, tanto del gobierno como del consorcio de empresas Aguas de Montevideo. Creo que es una buena solución, porque hay una reformulación en la medida en que es un acuerdo de partes”, destacó.

Los cuestionamientos

Consultado respecto al cuestionamiento de que siempre se está utilizando el agua del río Santa Lucía como la única fuente del vital elemento, que podría ser afectada por sequías, verdín durante el verano, o alguna otra contaminación, indicó que efectivamente “ese es un reparo que se está haciendo. Pero se están haciendo estudios por parte del gobierno y la OSE puntualmente. Debemos entender que el proyecto Arazatí fue un proyecto negociado a nivel de las esferas pero no pasó por ejemplo por las gerencias técnicas de OSE, lo que es una cosa inaudita”.

Consideró Caraballo que “recién ahora las gerencias técnicas de OSE tienen conocimiento real del proyecto Arazatí, porque se las pasó por arriba, digamos. En realidad, los equipos técnicos sostienen que la cuenca es superavitaria, es decir que tiene el caudal suficiente para el embalse que, se estima en 2045, va a atender el consumo de la población de esa parte del país”.

“Hacia esa fecha, e incluso con esas obras complementarias que se va a extender hacia el Este del país, toda esa zona va a estar abastecida sin problemas”, subrayó, en tanto con relación a las objeciones jurídicas a las modificaciones del objeto de contrato, evaluó Caraballo que “se está cumpliendo lo mismo que se buscaba”, es decir el abastecimiento de agua, pese a que se cambie el lugar, al punto que según lo manifestado por representantes de la empresa, “para nosotros es un asunto terminado y a trabajar”. La obra tiene previsto un proceso de construcción de 30 a 36 meses.

Amplió ante consulta al respecto que “yo formalmente ingresé el miércoles a OSE, pero venía haciendo el proceso de transición desde hacía un mes, y los equipos técnicos nos venían diciendo que esas objeciones sobre el caudal están salvadas”, lo que coincide “con la evaluación del Ministerio de Ambiente”.

“Durante todo este tiempo hubo equipos espejo, tanto del gobierno como de las empresas, con discusiones e intercambios desde todo punto de vista: financiero, técnico, jurídico, por lo que en la medida en que se acuerde, ello implica que hay un consenso de que se puede hacer y esos cuestionamientos se levantan por los técnicos. Igualmente, estas discusiones van a seguir presentes sobre la mesa en el correr de las próximas semanas, cuando el ministro se presente ante comisión del Parlamento”, señaló el jerarca del ente.