La segunda visita a Puerto Rico del payador sanducero Leonardo Silva

Leonardo Silva cantando en un escenario de Puerto Rico, junto a la bandera uruguaya.

Por segundo año consecutivo, el payador sanducero Leonardo Silva participó en el festival Trovadores del Mundo, celebrado del 8 al 17 de diciembre en Puerto Rico, con la participación de artistas de diversos países. En 2022 ya había participado en la edición anterior del festival, en esa ocasión representando a Uruguay junto a José Curbelo, legendario payador uruguayo que venía asistiendo desde hacía 38 años y este año dejó su lugar al sanducero.

“Esta vez pudimos ir junto al payador argentino David Tokar, ambos representando el canto del Río de la Plata”, expresó Silva. Durante los 11 días que estuvo en Puerto Rico, realizó 8 actuaciones en diferentes lugares del país. “Recorrimos unas cuantas ciudades”, dice. “Al llegar a cada lugar, cada uno tenía sus improvisadores, su gente referente del lugar también. Hay mucho apoyo de los alcaldes y demás. Eso es lo que hace grande también a esta fiesta: que no solamente es en un lugar, sino que va recorriendo distintas ciudades”. Una vez más, también fue testigo de la importancia que los puertorriqueños dan a las fiestas navideñas, cuya celebración extienden durante 45 días.

VÍNCULOS CULTURALES , Y UN PÚBLICO MUY ESPECIAL

Durante esos días el sanducero compartió escenario con artistas de Chile, México, Colombia, Panamá o Puerto Rico, cada uno portador de una tradición y un formato propios, y en su mayor parte repentistas, o sea, improvisadores. Fue también una buena oportunidad de conocer a grandes referentes de esos países. “Eso es lo bueno de los viajes, que te permiten conectar con otras personas, para abrir nuevos caminos”, dice. Y destaca especialmente el trabajo de Decimanía, la organización que impulsa el festival. “Son realmente un grupo hermoso, no solamente para escucharlos sino para tratarlos también”.

Al ser la milonga un género más pausado, más adecuado para la reflexión, los payadores solían dar inicio a las presentaciones, para luego dar paso a los demás “y terminar, por ejemplo, con lo de Panamá, que es más bailable”. El sanducero y el argentino solían iniciar sus actuaciones con una improvisación. “Después cantábamos una canción cada uno, o hacíamos pie forzado, que es pedirle frases o versos a la gente para meterlas dentro de la décima, para que interactuaran con nosotros y vieran que todo era improvisado, espontáneo”.

Su propuesta fue muy bien recibida por los puertorriqueños. “Ellos saben, entienden y aprecian mucho lo que es la décima en milonga, y la aplauden y gozan mucho. Realmente es un público cariñoso, que espera a que bajes del escenario para sacarte fotos, que si puede darte un obsequio te lo da, que si puede abrazarte te abraza, que te sigue a otra plaza, o a otra ciudad, para poder disfrutar y compartir un momento”. También tuvo la oportunidad de “llevar parrandas”, una costumbre de Puerto Rico en la época navideña en la que un grupo de músicos llega de sorpresa a una casa con sus instrumentos. “Sería como una serenata, con varios músicos, en una casa, donde una persona los recibe y cantan toda la noche. Tuvimos oportunidad también de llevar parranda a algún que otro lugar”.

SATISFACCIÓN

Tras haber vivido la experiencia, el sentimiento es de satisfacción. “Uno estudia, se compromete, y cuando pasan estas cosas también siente que es gratificante el camino, que pasás por un proceso. Porque todos quieren el resultado sin pasar por el proceso, pero es bueno pasar por el proceso y obtener este resultado al final: llevar el canto repentista a otros lugares, a los que uno quizá nunca podría haber llegado. Llegar con la décima es muy gratificante. Y con la bandera, sobre todo”. No cree estar reemplazando a José Curbelo como embajador de la cultura criolla, dice, “porque Curbelo es irremplazable. Pero que él haya dejado ese espacio para mí realmente es muy importante”.

Ante nuestra consulta, dice que próximamente se propone grabar un álbum propio. “Las personas de allá, justamente, cuando te bajás del escenario te piden a ver qué material les podés dejar. Tengo varias letras escritas, y unas payadas lindas; tengo pensado juntar eso y hacer algún material”.