Solicitada: La interconexión bioceánica beneficiosa para Uruguay y el Cono Sur

Desde hace muchos años ingresamos a interesarnos por la interconexión bioceánica con intervención de nuestro país en la misma. Era asesor del Centro Comercial e Industrial de Paysandú. A iniciativa de los directivos caímos en la cuenta que para venir de Chile (océano Pacífico) a Uruguay (océano Atlántico) el asunto no era un imposible. En ese tiempo integraba la Academia Uruguaya de Geopolítica y Estrategia dirigida por el Prof. Bernardo Quagliotti de Belis. A la luz de sus sabias enseñanzas supe apreciar que el proyecto era positivo. Y comenzamos a recorrer los departamentos que tenían que ver con las rutas nacionales 26 y 14, para interesarlos en lo que sería el final de ese corredor bioceánico que pasaría por ellos luego de atravesar los tres puentes internacionales sobre el río Uruguay.

Supimos difundir el conocimiento de la profundidad en determinados lugares de las costas de Rocha de 60 pies (20 metros aprox.) lo cual abría la excelente posibilidad de que en esos lugares se hiciera un verdadero puerto de aguas profundas como punto final de ese corredor bioceánico que lo uniría para recibir sus cargas, con San Antonio (Terminal) y Valparaíso. Con el andar del tiempo, iniciado el siglo XXI, tratamos en encuentros internacionales con quienes desde Chile alentaban la idea de ese corredor bioceánico, para lo cual discutían entre ellos el lugar mejor para atravesar la Cordillera de los Andes con un túnel gigante de un poco más de 40 kilómetros de largo que parecía para ellos un escollo superable.

Lo difícil era ver por cuál de los cruces se haría, pues allí empezaban a jugar los intereses territoriales internos de los chilenos. La obra era factible, lo difícil era ponerse de acuerdo por dónde hacerla. Allá por los años 2013-2014 me tocó ser el secretario de la Mesa Permanente del Congreso Nacional de Ediles, por lo que hicimos lo posible para que en la Asamblea General Ordinaria del Congreso a realizarse en Salto pudiera hacer una exposición sobre el puerto de aguas profundas en Rocha, el que fuera excelente presidente de la ANP, Ing. Ind. Eduardo Álvarez Mazza. Él había hecho con sus alumnos de ingeniería de una universidad privada, un estudio para determinar la mejor zona para un puerto de aguas profundas en Uruguay.

Allí en el aula magna de la UdelaR Salto, expuso que esa zona era la aledaña al lugar conocido como el balneario “El Palenque”. Ese día, dada la capacidad profesional del Ing. Alvarez Mazza, concluimos para nosotros que estaban dadas las terminales del proyecto corredor bioceánico central y puerto de aguas profundas para servicio del Cono Sur. Eso hacía entre otras ventajas que los fletes chilenos a la zona del océano Índico redujeran sus tiempos en más de un día. Lo que parece poco para el que no sabe. Eso, sumado a los miles de viajes es mucho. Pasaron los años y no se hizo nada. Alguna profanación de la idea de puerto profundo, hecho por el gobierno de Mujica para beneficio de los ferreteros brasileros de Aratirí (un burdo espigón) y más nada.

Ahora en estos días estamos asistiendo a la inauguración en México, de un ferrocarril que en ocho horas une por el istmo de Tehuantepec el Golfo de México con el océano Pacífico. Lo cual aliviará el excesivo y desbordante paso por el Canal de Panamá. Por allí circularán cientos de miles de contenedores comercializando productos.

En el mismo orden de cosas, en Brasil están promoviendo su salida comercial al océano Pacífico mediante una conexión próxima a Ecuador para comerciar en forma gigantesca con China. El gigante comercial asiático que ha conseguido ser tal, basado en decenas de años de “trabajo esclavo” de millones de seres humanos sometidos por un régimen político de partido comunista único, que muy poco le importan los derechos humanos y menos aún que los organismos internacionales se animen (tarde mal y nunca) a reprenderlos por eso.

Lo tristemente común a estos emprendimientos últimos, es que baten palmas por los negocios que suponen exitosos, pero que tristemente consisten en seguirle enviando, ahora únicamente a China en forma masiva, las materias primas de toda la América del Sur.

Hace muchos años, recuerdo que el que fuera benemérito director de este diario, Fernando Baccaro, escribía sobre el tema, haciendo ver esa extracción de nuestras materias primas por las potencias del mundo que entonces eran otras, sin agregarle absolutamente nada de mano de obra. O sea comercializar al mejor estilo del siglo XIX como la época colonial. En verdad da mucha tristeza que como subcontinente, cuando deberíamos adelantar, solo vegetamos o retrocedemos.

Ing. Ramón
Appratto Lorenzo