Descubren presencia de microplásticos en los testículos de humanos y perros

¿Estómago?, ¿intenstinos?, ¿pulmones? Todos lugares “lógicos” para encontrar presencia de microplásticos, un elemento que se ha vuelto una plaga mundial y que ha sido detectado incluso en los organismos de habitantes marinos de las profundidades más insondables.
Pero ahora un estudio liderado por diez científicos de varios países y publicado en la revista Toxicological Sciences afirma que hay presencia de microplásticos… en los testículos de humanos y perros, además de asociar dicha presencia con el recuento de espermatozoides.

Así lo concluye el estudio tras analizar 47 testículos de perros y 23 de humanos, los primeros procedentes de animales a los que se les había realizado la castración química, y los segundos de autopsias practicadas a personas de entre 16 y 88 años.

Para gran sopresa de todos en todas las muestras había microplásticos. En concreto, 12 tipos de microplásticos con mayores niveles presentes en los humanos. Las cantidades analizadas ascendían a 328,44 microgramos por gramo de tejido en el caso de los humanos y a los 122,63 en el caso de los perros.
Los dos tipos de testículos contenían proporciones similares de los tipos de microplásticos, aunque el polietileno (PE) era el dominante en las muestras, seguido del PVC.

Fertilidad y reproducción

El estudio no se quedó ahí y los científicos también realizaron pruebas estadísticas y análisis para investigar la “asociación de los microplásticos con las funciones reproductivas”, revelando una relación directa con la fertilidad masculina.

La investigación sostiene que la presencia de microplásticos tiene “posibles consecuencias” en la fertilidad masculina, así como en la calidad del esperma y el descenso del número de espermatozoides en los hombres. La creencia de que los microplásticos afectan de manera negativa a la salud general de las personas es una teoría extendida de manera global en la comunidad científica, en un momento en el que estos materiales se encuentran más presentes que nunca.
Del infarto de miocardio a otros problemas de salud de tipo vascular, entre otros, son algunas de las complicaciones que se suelen asociar a la presencia de microplásticos, aunque no ha sido confirmado totalmente por los científicos. Xiaozhong Yu, coautor del estudio dijo que “no queremos asustar a la gente”. “Queremos aportar datos científicos y concientizar a la gente de que hay muchos microplásticos. Podemos tomar nuestras propias decisiones para evitar mejor las exposiciones, cambiar nuestro estilo de vida y modificar nuestro comportamiento”, concluyó.

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