“La vacuna contra la brucelosis es una muy buena herramienta para el control de la enfermedad, pero no es conveniente mantener una medida diferencial para el departamento de Paysandú”, señaló a EL TELEGRAFO el doctor Lauro Artía, tras informarse por parte del doctor Diego De Freitas, director general de los Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, la decisión de cambiar la situación que se verifica desde 2018.
El médico veterinario de la profesión liberal, pero que cuando se planteó la necesidad de que Paysandú sangre y vacune obligatoriamente, era el presidente del Centro Médico Veterinario de Paysandú (CMVP), fue claro al indicar que “debemos analizar las medidas en su determinado contexto y tiempo”.
Días atrás “tuvimos la reunión de la Comisión Departamental de Sanidad Animal (Codesa), con la presencia del doctor De Freitas, encuentro en el que se analizó la campaña hasta el momento. Hubo acuerdos y diferencias, lo cual es debido a la posición histórica que ha tenido el CMVP, en donde pensamos que la vacuna es una muy buena herramienta y ese fue nuestro planteo original, vacunándose obligatoriamente las terneras, como una medida de control y de bajar prevalencia”.
La decisión adoptada por el MGAP disponía de la vacunación y revacunación obligatorias contra la brucelosis bovina con la vacuna Brucella Abortus RB51, a todas las hembras bovinas mayores de cuatro meses no gestantes, que se encontraban en predios ubicados en Paysandú, a partir del 1 de diciembre de 2018.
En su momento (año 2018), la Conahsa lo entendió así, “y era la resolución que establecía la vacunación obligatoria, no solo para las terneras, sino que para todas las categorías, con la excepción de las hembras preñadas y con sangrado obligatorio para todos los movimientos dentro del departamento”, explicó Artía.
Transcurrido el tiempo, entiende que “se ve la necesidad de rever esa política, y es por eso que De Freitas vino a Paysandú a comunicarnos cual era su visión de la campaña y conversarlo directamente”.
“Estuvimos de acuerdo que una medida diferencial para el departamento de Paysandú no era conveniente, ya que es mucho lo que complica desde el punto de vista comercial. Si bien en su momento era necesario por la cantidad de focos que había en el departamento, vimos que era una medida correcta y necesaria”, dijo el profesional sanducero.
“Pero ya no tenía razón de ser que la medida sea diferencial para Paysandú”, reitera. Además, “estuvimos de acuerdo en que no estaban dadas las condiciones para ir a una etapa de erradicación, que era lo que estaba planteado originalmente en el plan aprobado en 2012. Hoy no existen las condiciones de infraestructura dentro del MGAP, ni recursos humanos, ni de ordenamiento para buscar la erradicación, lo que permitiría esa baja prevalencia de animales positivos dentro del rodeo nacional, detectarlos y refugarlos”.
Aclaró que la vacuna “ha sido una muy buena herramienta para el control, y por eso la utilización seguirá siendo libre para que cada productor la utilice de acuerdo a su criterio”.
Baja prevalencia
La brucelosis bovina tiene en Uruguay una prevalencia muy baja que está entre 0,6% y 0,8%. El levantamiento del sangrado y la vacunación para mover ganado hacia fuera y hacia dentro de Paysandú se basa en que en ese departamento, con la obligatoriedad vigente, el promedio de vacunación con la RB51 está entre 66% y 68% mientras el promedio en todo el país es de 20%.
“Con la prevalencia que tenemos, con una vacuna de libre uso como la RB 51, que tiene un porcentaje promedio de 20% a nivel país y donde es obligatorio tenemos 66%, no amerita para nada seguir con esa medida. Es por eso que tomamos la decisión”, manifestó recientemente el titular de los Servicios Ganaderos.
Sangrado en faena
Al tiempo de enfatizar que la medida de sangrar y vacunar obligatoriamente contra brucelosis “debe ser nacional y no en un solo departamento”, Lauro Artía, mencionó que desde los Servicios Ganaderos “la idea es aumentar los sangrados en faena”, reconociendo que “es una muy buena medida, pero hasta ahora ha sido solo una expresión de deseo, porque no se han logrado los niveles de sangrado en faena”.
Subrayó que “sería un muy buen monitoreo y deseable que se haga, y es el compromiso que asumió el director general de aumentar dicho monitoreo, pero nuestras dudas es que se pueda llevar a cabo”.
Molestia
Por otra parte, el productor y dirigente de la Mesa Nacional de Colonos, Noél Fernández, se mostró molesto con la decisión que pretende adoptar (aún no está la resolución oficial) el MGAP, de no sangrar ni vacunar más obligatoriamente en el departamento de Paysandú.
“Realmente es un disparate”, enfatizó, explicando que “cuando hay una campaña sanitaria que es seria y pretende hacerse bien con una enfermedad como la brucelosis, que nos afecta a los productores, que se le afloje la piola es preocupante”.
Al tiempo de entender que “esto es una inversión a largo plazo”, sostuvo que si la enfermedad “avanza puede traer muchas pérdidas para los productores”, y la pérdida de cientos de miles de dólares que se destinaron a sangrar y vacunar durante estos años en Paysandú.
Reconoció que hacerlo de forma obligatoria “a los productores chicos muchas veces le complique para hacer el traslado de sus animales, porque le encarece una venta, pero no es la solución dejar de sangrar y vacunar”. Y enfatizó que “en vez de emparejar hacia abajo, se debe emparejar para arriba y que en todo el país se haga lo que sucedía en Paysandú”.
Fernández propone, de acuerdo al contacto con veterinarios de otros departamentos, que “una de las soluciones podría ser, si es que complica tanto el sangrado para traslados y giras a ferias, que el MGAP determine dos sangrados obligatorios a nivel país, con intervalos de 45 días, y ahí eliminar todo el ganado enfermo”.
“Después que esos sangrados den negativo, ahí recién dejar de sangrar, pero debemos asegurarnos que en todo el país no haya vacas o machos enteros infectados”, acotó el productor. → Leer más