(El pais)
En Uruguay, el año pasado murieron más personas, de acuerdo al promedio histórico y ese exceso de mortalidad –según los técnicos– no se explica solamente por la acumulación de fallecidos con COVID-19. Los datos preliminares del Ministerio de Salud Pública (MSP), muestran que durante el 2021 ocurrieron 8.000 fallecimientos más de los que se estimaban al seguirse la tendencia de los últimos años, mientras que las muertes por coronavirus fueron menos de 6.200. Con estas cifras, hay 1.800 muertos más que no están relacionados con la enfermedad que causa el coronavirus.
Durante el pico de la ola que causó la variante p1, las autoridades sanitarias deducían que el país atravesaba un exceso de mortalidad y algo similar ocurre con la ola ómicron.
En 11 de los 12 meses del año pasado existió un exceso de mortalidad y la excepción fue setiembre, cuando murieron las mismas 3.000 personas que se estimaba que fallecerían siguiendo la tendencia histórica. El caso contrario fue abril con un 75% más decesos de los previsibles.
El equipo de Estadísticas Vitales del MSP afina las cifras, dado que los datos de noviembre y diciembre son con base a la información administrativa que surge de los certificados de defunción. Teniendo en cuenta esas salvedades, puede decirse que en el 2021 se reportaron 41.729 muertes en el país y que es la cifra más alta desde que hay registro.
En el hospital Pereira Rossell, donde nace uno de cada seis niños del país, se reportaron en 2021 unos 30 nacidos vivos menos que el año anterior. Los demógrafos uruguayos estiman que el impacto de la COVID-19 no se notará en el largo plazo, aunque sí es probable que haya detenido (de manera pasajera) el crecimiento de la población local. Eso marca una diferencia con las pandemias del cólera o de la llamada gripe española en que las muertes no superaron a los nacimientos, según explicó la experta Raquel Pollero.
La COVID-19 sí es probable que deje una huella en las causas de muertes. Según el epidemiólogo Juan Gil, “a partir de que se ingrese en una fase endémica, estable como la gripe, podrá estimarse una cantidad esperable de personas que morirán por esa enfermedad”. Por ahora, aclaró el exintegrante del GACH, “es muy temprano para entender cuántas son esas muertes esperables, porque tampoco está del todo claro qué impacto tendrán las vacunas y los nuevos tratamientos para evitar esas futuras muertes”. En el mundo notan un incremento de las muertes por cáncer, pero la profesora de Oncología Clínica de la UdelaR, Lucía Delgado, explicó que “en Uruguay no hubo un aumento de las muertes por cáncer durante la pandemia aunque se estima que habrá un aumento de la mortalidad a mediano y largo plazo”.
Sí hubo “un leve aumento de la incidencia y mortalidad por cáncer de mama en las mujeres jóvenes”, al igual que en el resto del mundo, “y las causas están todavía en estudio”.
La otra duda que tienen los técnicos es el impacto exacto de las muertes diagnosticadas con COVID-19 versus aquellas que fueron por COVID-19. → Leer más