IA a la uruguaya

La inteligencia artificial (IA) se posicionó como un tema importante en la reciente Cumbre del BRICS, realizada en Rio de Janeiro y a la que concurrió el presidente uruguayo Yamandú Orsi.
En este ámbito hubo una sesión dedicada al multilateralismo, los asuntos económicos y sociales y la inteligencia artificial en la cual el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, quien participó como invitado, pidió respetar el derecho internacional y modernizar el multilateralismo que “está siendo atacado”, al tiempo que reconoció que es necesario estudiar la mejor manera de minimizar los riesgos y maximizar el potencial positivo de la inteligencia artificial. En este sentido, expresó especial preocupación por el uso de la IA como arma en un mundo en el que la paz es más necesaria que nunca.

Afirmó que la inteligencia artificial “requiere una respuesta multilateral basada en la equidad y los derechos humanos” y sostuvo que es necesaria una nueva arquitectura de confianza y cooperación porque “la inteligencia artificial no puede ser patrimonio de unos pocos, sino que debe beneficiar a todos, y en particular a los países en desarrollo, que deben tener una voz real en la gobernanza mundial de esa tecnología”.
Desde su perspectiva, no es posible gobernar esta tecnología de forma eficaz y justa, sin abordar los desequilibrios estructurales más profundos del sistema mundial y por eso en breve presentará un informe en el que se esbozarían opciones innovadoras de financiación voluntaria para apoyar la creación de capacidades de inteligencia artificial en los países en desarrollo. Considera que se trata de algo “crucial para que los países, especialmente los del Sur, superen la brecha digital y aprovechen plenamente el potencial de la inteligencia artificial, convirtiéndola en un poderoso motor de crecimiento integrador y desarrollo sostenible”.

Por su parte, en el mismo foro internacional, el presidente uruguayo destacó que nuestro país desarrolló una Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial a partir del convencimiento de que esa tecnología puede potenciar el desarrollo sostenible.
Sostuvo que Uruguay está atento al auge de la inteligencia artificial y que “procura implementar un enfoque de políticas públicas para ayudar a orientar a los responsables de su gestión, asegurando que se aproveche al máximo el potencial innovador de la inteligencia artificial, al tiempo que se protege la propiedad intelectual y otros derechos”.

Consideró que el impulso diferenciador para las naciones será vertiginoso en los próximos años y que provendrá del acceso a la inteligencia artificial avanzada, por lo que señaló como necesario elaborar, entre todos, un plan estratégico para abarcar a todos los países dadas las asimetrías existentes.
¿En qué trabaja entonces el Estado uruguayo en materia de inteligencia artificial? ¿Cómo se han gestionado las tensiones y cuestionamientos a esa tecnología en el marco de la adopción de una política estatal en la materia?

En primer lugar cabe señalar que desde 2019, Uruguay ha avanzado en materia de inteligencia artificial a partir de la colaboración entre el Estado, la academia, la sociedad civil y el sector privado, lo que ha permitido posicionar al país en la región en términos de innovación tecnológica y adopción de IA, con un firme compromiso con los derechos humanos, la privacidad y la ética, alineándose con las Recomendaciones sobre ética de la IA de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

En noviembre del año pasado, el Comité Estratégico del Sector Público para la Inteligencia Artificial y Datos (establecido de acuerdo al artículo 74 de la Ley 20.212) aprobó la nueva Estrategia de Inteligencia Artificial de Uruguay con un horizonte en 2030, con el objetivo de avanzar en una política pública de alcance nacional con base en el desarrollo y uso ético de esta tecnología. El proceso contó con la cooperación técnica del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y la Unesco, así como con la participación de más de 300 personas de diferentes disciplinas y ámbitos, referentes de más de 40 instituciones del Estado, 11 organizaciones de la sociedad civil, 45 organizaciones del sector privado, la academia y diversos colectivos de interés.

Uruguay se encuentra bien posicionado para el desarrollo y uso de inteligencia artificial. Según el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial, elaborado por el Centro Nacional de Inteligencia Artificial de Chile (Cenia) con el apoyo de múltiples actores del sector público, privado, multilateral y académico, Uruguay presenta importantes fortalezas y también oportunidades de mejora que lo posicionan en el lugar 3 en la región detrás de Brasil y Chile. A su vez, el Índice Global de IA Responsable, elaborado por el Centro Global sobre Gobernanza de la IA (GCG, por su sigla en inglés) nos ubica en el puesto 19 a nivel mundial y en el puesto 2 en América del Sur atendiendo a un conjunto de indicadores que permiten comparar los compromisos gubernamentales y las capacidades de los países en base a dimensiones fundamentales como capacidades, derechos humanos y gobernanza.
Asimismo, en junio del año pasado el Poder Ejecutivo elevó al Parlamento un informe relacionado al artículo 74 de la Ley 20.212 en el que se incluyen recomendaciones para una regulación de la inteligencia artificial y también creó el Observatorio de Inteligencia Artificial en el Estado, para promover el uso ético y responsable de la IA en el sector público.

En poco tiempo se han dado pasos interesantes hacia la creación de una política estatal en materia de inteligencia artificial y también se han comenzado a implementar desarrollos y soluciones con esta tecnología vinculados a los procesos de digitalización de legajos funcionales y chat bots para acceso a información en el sector público. Además algunas empresas privadas están trabajando en soluciones con inteligencia artificial generativa, procesamiento por lenguaje natural y análisis predictivo en áreas como la salud, agricultura o el sector energético.
Además del buen posicionamiento en materia de infraestructura tecnológica es muy relevante el compromiso uruguayo con los derechos humanos y la ética en materia de inteligencia artificial, un aspecto clave a atender de cara a cualquier política en la materia así como a la implementación de desarrollos y soluciones.

Es necesario también estar muy atentos a posibles problemas de calidad y sesgos de datos así como a posibles cuellos de botella en cuanto el talento especializado para avanzar en IA. En este sentido, si bien en universidades públicas y privadas existen programas académicos de grado y especializaciones orientadas a formar profesionales para el sector son muy escasas aún las formaciones avanzadas. Por su buen desarrollo tecnológico, la existencia de una hoja de ruta, el interés del sector público y privado así como contar con normativa orientada a los derechos humanos, Uruguay está en condiciones de tener un desarrollo donde la inteligencia artificial juegue a favor. Y deberá hacerse “a la uruguaya”, pero no en el sentido peyorativo que suele tener el término sino en el sentido de su necesidad de adaptación a nuestras realidades y atendiendo al interés y bienestar general de la población con un enfoque centrado en las personas y en el desarrollo sostenible.