La filtración de un mail a mediados de la semana desde el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), en donde se decide suspender de forma temporaria las exportaciones de ganado en pie para faena inmediata, generó una fuerte polémica en distintos sectores del agro en nuestro país, pero también sorpresa dentro del mismo Poder Ejecutivo, tras las declaraciones al respecto del ministro de Economía, Gabriel Oddone.
El correo electrónico que llegó a los productores señalaba que las exportaciones de ganado en pie para faena “se encuentran momentáneamente suspendidas. Daremos aviso cuando se retomen los permisos. Agradecemos dar conocimiento a los exportadores de animales en pie”, indicaba el mensaje.
Inmediatamente dirigentes agropecuarios, y también de la oposición se refirieron al tema, aduciendo su malestar por la medida, que no fue consultada previamente, y que puede generar otros inconvenientes.
Quien toma la decisión fue el propio ministro del agro, el doctor Luis Alfredo Fratti, quien explicó que se busca que los operadores del sector presenten sus solicitudes con tiempo, ante el crecimiento del volumen exportado en esa categoría, y argumentando que la medida se enmarca en una situación delicada del sector industrial.
Una de las expresiones que generó controversias, es la frase del ministro: “tenemos 1.030 obreros en seguro de paro, 590 de ellos con vencimiento en junio, y seis frigoríficos cerrados”. Lo que no aclaró el secretario de Estado, es que más de la mitad de ese número de obreros en el seguro, corresponden a plantas frigoríficas como Casa Blanca, Rondatel y Lorsinal, los cuales tienen problemas que nada tiene que ver a la menor cantidad de ganado a faena a causa de la exportación de ganado en pie.
Sin embargo, Fratti argumentó que “si seguimos este ritmo, vamos camino a duplicar la cantidad exportada en 2024. Y si la industria para una semana, hay que pensar en lo que pierde el país”.
En realidad, los 347.000 vacunos exportados en pie durante 2024 corresponden al 15,4% del total de los vacunos faenados en Uruguay ese año. En lo que va de 2025, el número de animales embarcados asciende a 22.000 cabezas de ganado, que representan entre 3 o 4 días de faena, o una semana de faena de la categoría de novillos.
Estos datos hablan por sí solos, y dejan al descubierto que “no mueven la aguja” para llegar a tomar una medida considerada “arbitraria” por las gremiales del agro.
Fratti, durante una conferencia de prensa, aclaró también que el gobierno busca fomentar el aumento de terneros nacidos, y que eso requiere el compromiso de toda la cadena. “Es difícil pedirle a la industria que invierta para más terneros si después se los vendo a otro país”. Expresiones que surgen días después de presentar el Programa “Procría”, en donde se procura aumentar la cantidad de terneros en el país, lo que es un claro mensaje “contradictorio” para los productores, quienes a través de la exportación de ganado en pie han visto fortalecido el valor de la categoría.
Sobre las críticas de algunas gremiales, que señalaron un posible intento de controlar los precios, Fratti fue tajante: “No equivale a nada. Es lo que es. Y los que dicen que es una prohibición, están equivocados. Lo demás es carnaval”. Aseguró además que no se trata de una medida discriminatoria ni fija, y que cumple con las normas de la Organización Mundial del Comercio.
El delegado de la Federación Rural en la Junta Directiva del Instituto Nacional de Carnes (INAC), licenciado Joaquín Martinicorena, precisó a EL TELEGRAFO que “tienen otro pensamiento de ver la economía”. Y recordó que “vimos en el país vecino (Argentina), lo que fueron los 15–20 años del gobierno, en donde trataron de bajar (el precio de) la carne para la población, ‘logrando’ (con esas medidas) producir 11 millones menos de cabezas de ganado, reduciendo el stock ganadero y que subiera el precio de la carne en el mercado interno”.
Significó que además “son medidas de control, que generan pérdida de credibilidad del sistema y la confianza de tener los mercados abiertos. La señal es lo más complicado, más que la medida, y cambia las reglas de juego”, enfatizó.
Desde que se conoció la noticia el lunes “causó bastante descontento por cómo se dio toda la situación”, precisó Martinicorena, reconociendo los problemas de competitividad que tiene la economía uruguaya.
Pero lo que demostró claramente que el ministro Fratti estaba prácticamente solo en la medida, fueron las declaraciones vertidas por el ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, quien manifestó: “yo entiendo que es una decisión que como fue anunciada y la manera que fue anunciada, es inconveniente”, aclarando que es del MGAP “la facultad de otorgar las habilitaciones de exportación”, pero aclaró que el Ministerio de Economía “tiene una opinión de peso” y que la decisión final es del presidente.
Mostrando su conocimiento del tema, Oddone dijo que “la exportación de ganado en pie es una herramienta muy útil, muy importante, a preservar y a cuidar, porque es una herramienta que permite evitar la formación de comportamientos de posiciones dominantes en la cadena y permite regular el sistema de precios”, aspectos en los cuales los diferentes sectores del agro vienen insistiendo desde hace muchos años.
Para el ministro de Economía “fue una decisión que me sorprendió y estamos en proceso de ordenamiento de esto”. Precisamente esa “decisión” fue lo que llevó a representantes de las gremiales que integran Campo Unido, a reunirse por primera vez con el ministro Gabriel Oddone, para abordar temas vinculados a la competitividad, el tipo de cambio, la inserción internacional y el impacto de las recientes decisiones del gobierno sobre la exportación de ganado en pie.
Se destacó la necesidad de que el gobierno emita señales firmes a los actores del sector. Que la herramienta de exportación en pie se mantenga vigente y que más allá que si bien en otros contextos, como en 2016 o 2017, fue válido revisar su impacto, hoy no se justifica intervenir.
Oddone también dejó en claro que la decisión de Fratti fue “inconveniente”, al indicar que no están dadas las condiciones para suspender permisos de exportación en pie, y que solo se consideraría una medida si existiera competencia desleal en el mercado internacional, lo cual no ocurre actualmente. Por eso, afirmó que no prevé que se niegue ninguna solicitud.
También en estos días se escucharon expresiones de quienes no estando pormenorizados del sector agropecuario, se refirieron a la situación. Como las del ministro de Trabajo Juan Castillo, quien opinó sobre la polémica que se generó con la decisión de su par de Ganadería Alfredo Fratti de suspender las exportaciones de ganado en pie. “Si la vaca se va vestida no me genera puestos de trabajo”, dijo Castillo este jueves en rueda de prensa al ser consultado sobre el tema, y la situación que atraviesa la industria frigorífica en general, con “más de 1.400 trabajadores en el seguro de paro”. “Si se trata de defender la industria, obviamente es mejor faenar en el país”, dijo el ministro de Trabajo. Y agregó: “Si tenemos la posibilidad de faenar acá, anda y funciona la industria frigorífica, genera puestos de trabajo que se reproducen”.
Castillo con estas expresiones, olvida que el responsable de que las industrias prosperen y brinden mano de obra son los productores: el primer eslabón de la cadena. Por otra parte, la industria frigórífica que pretende defender está en manos de multinacionales que antes de que existiese la posibilidad de exportar ganado en pie se valían de su posición en el mercado para “matar” a los productores con valores excesivamente bajos para la hacienda. Hoy la exportación en pié es la única herramienta que tiene el productor nacional para evitar ser esquilmado por la todopoderosa industria extranjera. Si el mensaje es primero la industria, y después los productores, estos verán con desconfianza la situación, y puede llevar a cambios en el sistema productivo.
Y la medida de Fratti, lejos de defender la producción nacional puede llevar a que algunos productores o empresas exportadoras rediseñen sus modelos de negocios. Incluso la falta de certezas en el negocio podría lleva a perderlos. La Argentina kirchnerista ya probó ir por esos caminos, y terminó exportando menos que Uruguay en momentos extremos, generando menos riqueza para el país y prácticamente ningún beneficio.
Lo que se debe hacer es reconstruir la confianza del productor agropecuario y ganadero, que tenga la certeza de que va a poder vender en todos los mercados y al mejor precio posible. Reconstruir la certeza de que van a estar abiertas todas las posibilidades, pero fundamentalmente, no buscar cambios que sean “inconvenientes” para el agro. → Leer más