
El Liceo Francisco recibió a la Asociación Civil sin fines de lucro Cirineos, fundada en 2017 por jóvenes misioneros y el cura Juan Andrés “Gordo” Verde, que busca brindar apoyo integral a familias que viven en extrema precariedad trabajando sobre los pilares de vivienda digna, educación y fe.
Mediante un minucioso análisis de situación, Cirineos brinda soluciones habitacionales transitorias y permanentes para mejorar la calidad de vida de familias en situación vulnerable, a través de viviendas seguras y proyectos de construcción de hogares definitivos, ofreciendo refugio a quienes más lo necesitan, promoviendo su bienestar y desarrollo.
Inspirados en Simón de Cirene, su compromiso es acompañar y aliviar las cargas de quienes más lo necesitan, brindando apoyo solidario y contribuyendo a mejorar la calidad de vida en situaciones complejas. El propósito es caminar junto a las personas en situaciones difíciles, ofreciendo ayuda y actuando con empatía y dedicación, tal como Simón lo hizo, para construir una comunidad más justa y compasiva.
En este sentido, en una alianza con la fundación Liceo Francisco de Paysandú, se propuso dos casos de familias de la institución que están pasando por una situación de precariedad urgente. “Nos sentimos felices que estas familias sean beneficiadas de poder vivir en un espacio más cómodo y digno”, indicó el director del liceo, Alejandro Pérez.
“Creemos que cada joven merece la oportunidad de construir un futuro digno, y sabemos que la educación es una herramienta poderosa para lograrlo. Pero aprender no siempre es fácil cuando las condiciones básicas, como una vivienda adecuada, faltan o son precarias”, añadió.
Cabe destacar que la Fundación Francisco es una obra inspirada en los valores del Papa Francisco y San Francisco de Asís que desde hace 10 años trabaja para disminuir la brecha educativa en Paysandú. El Liceo Francisco nació como respuesta a la profunda desigualdad de oportunidades que viven muchos jóvenes en situación de vulnerabilidad en nuestra ciudad.
En la actualidad, unos 150 estudiantes de 7°, 8° y 9° año concurren al liceo en horario completo gratuito de gestión privada. Allí pueden acceder al desayuno, almuerzo y merienda, así como también uniformes de verano e invierno, boletera para el transporte público, útiles y materiales escolares.
Además de la educación curricular amparada por ANEP, hace tres años que en la tarde funciona un Centro Juvenil en convenio con INAU con talleres que apoyan la propuesta académica (deportes, peluquería, cocina, teatro y audiovisual) con un fuerte enfoque en el desarrollo de habilidades y valores personales.
“Somos el primer y único centro de estas características en el interior del país. Y todo esto es posible gracias al apoyo de empresas, fundaciones, personas y organizaciones comprometidas”, debido a que “nos financiamos 100% por donaciones, lo que hace cada aporte especialmente valioso”, destacó Pérez.
“Los jóvenes que acompañamos viven realidades muy complejas, tanto en lo económico como en lo social. Nuestra misión es contagiarles las ganas de superarse, mostrarles que pueden construir un futuro distinto, y brindarles las herramientas para lograrlo, siempre con foco en los valores y el crecimiento personal”.
Para que esto sea posible, “tenemos un equipo técnico muy preparado conformado por una psicopedagoga in situ, una psicopedagoga en Montevideo como coordinadora de equipo, una asistente social, una psicóloga y una maestra de apoyo, así como un equipo docente con fuerte arraigo y profesionalismo y equipo no docente comprometido con cada acción que llevamos adelante todos los días”.
“Creemos en la educación como vehículo de cambio”, aseguró Pérez, quien además agradeció a las empresas que apoyan y creen en los jóvenes, “por darles la oportunidad de crecer y por confiar en nosotros”.
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