
Continúan los talleres sobre prevención de adicciones que lleva adelante el equipo supervisado por la Lic. Enf. Miriam Ramos, e integrado por la maestra Yamina Flores y la Psicóloga Julieta Duarte, ambas operadoras Terapeutas en Adicciones, en centros educativos y deportivos del departamento.

“Este programa de prevención de adicciones contaba con dos segmentos, el que corresponde a Familias Fuertes, que se interrumpió momentáneamente hasta nuevo aviso y la otra parte, vinculada a la prevención de adicciones en niños, adolescentes, jóvenes. Estamos abarcando a poblaciones estudiantiles a partir de 8 años y en este momento, priorizamos a los adolescentes por la prevalencia del tema”, dijo Ramos a EL TELEGRAFO.
La Dirección de Educación Secundaria aprobó la realización de los talleres en el departamento y otorgaron dos liceos por mes. “Fuimos a Chapicuy, con el apoyo de la Dra. Ángela Almeida, directora de la Departamental de Salud, donde brindamos dos talleres y tenemos uno pendiente para los padres. Iremos a Quebracho en dos fechas de junio y Guichón en julio. Estamos en el Liceo 3 y para comenzar en el Liceo 8”.
En cuanto a las instituciones deportivas, agregó que se realizan en todas las categorías del Club Progreso, “nos contactaron desde el club Olímpico e INAU lo pidió para uno de sus centros” Evaluó que el trabajo “ha sido maravilloso, sobre todo la recepción de los adolescentes a quienes decimos que vamos a trabajar sobre los mitos y realidades, pero desde la ciencia”.
Aportes de los jóvenes
En los talleres incluyen demandas de los jóvenes, en tanto “desde el inicio no teníamos incorporado el vape, o el cigarrillo electrónico y a partir de allí mantuvimos entrevistas con médicos. Nos capacitamos, buscamos bibliografía y al día de hoy brindamos talleres que abordan esta nueva droga”. Ramos señaló que existe una baja percepción sobre su consumo, porque “gran cantidad de estos cigarrillos contienen nicotina y aquellos que no, hay que aclarar que tiene una pila y tóxicos como plomo, cinc y mercurio. Los jóvenes piensan que, como sale vapor, es inofensivo. Pero es el resultado de micropartículas que evacúan a través de una resistencia que calienta un líquido que tiene acroleína, glicerina y propilenglicol. O sea, tóxicos cancerígenos”.
El equipo trabaja, además, con el kit de herramientas que contiene el programa Ni silencio ni tabú. “De allí surgen los temas de violencia, discriminación de género y lo trabajamos a través de situaciones” junto a Flores y Duarte.
“La evaluación de estos cinco meses ha sido muy buena, hemos realizado una cobertura importante a nivel rural y urbana, centros educativos y deportivos. Los talleres se desarrollan en forma lúdica, con disparadores que ayudan a que comiencen a hablar”.
Ramos reafirmó el valor preventivo de los talleres, “con información y prevención sobre determinadas sustancias que consumen. Venimos a escucharlos y encontramos adolescentes y jóvenes con familias atravesadas por algún tipo de consumo como alcoholismo u otra droga”.
A su vez, en los clubes deportivos “nos impacta la impronta de los jóvenes que quieren conocer lo que está bien y lo que está mal. Muestran una personalidad donde saben lo que quieren y tienen un proyecto de vida. Es decir, los chicos que hacen deportes se notan fortalecidos”.
Las técnicas llevan adelante entre dos y tres talleres diarios que nuclean entre 15 y 25 niños o jóvenes por cada encuentro. “Abarcamos un buen número de adolescentes por día y la dinámica no es ir a dar una charla, sino hacer una pregunta y a partir de lo que expresan, poder devolver conciencia con bibliografía o anécdotas”.
El programa agenda talleres para los meses de junio y julio con instituciones públicas o privadas que soliciten este servicio del Ministerio de Salud Pública que se extenderá hasta noviembre.
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