Durante dos días, la Escuela 8 celebró sus 128 años


En el marco del mes del Patrimonio, la Escuela Nº 8 celebró sus 128 años de vida con una actividad durante dos días en la que recordaban parte de la historia e invitaban a recorrer el centro educativo, guiado por los propios estudiantes. El lema elegido para esta actividad fue “Recordar es volver a pasar por el corazón”.

El proyecto surgió con los alumnos de 4°B y 5°C, que fueron los grupos que realizaron las presentaciones, tras una invitación de ANEP destinada a las escuelas centenarias. Para la celebración se invitaron exalumnos, con la particularidad que tanto el intendente Nicolás Olivera como el secretario general de la Intendencia, Fermín Farinha, realizaron sus estudios de Primaria en la Escuela Nº 8.
“La idea es que revivan anécdotas, situaciones, cuentos, porque es parte de la historia que uno va haciendo sin darse cuenta”, indicó la directora del centro educativo, Claudia Falcón. Las jornadas se realizaron con el propósito de “reflexionar sobre el patrimonio institucional como escuela centenario, un legado que va más allá de las estructuras físicas y los recursos materiales. Este patrimonio es el corazón de nuestra identidad, la historia que hemos construido juntos y los valores que nos guían en nuestra misión educativa”, añadió.

“Cada rincón de nuestra institución cuenta una historia. Desde las aulas donde se gestan sueños, hasta los pasillos que han visto crecer a generaciones de estudiantes, cada espacio es testigo de esfuerzo, dedicación y logros”, añadió Falcón.

Para la directora, “preservar y valorar este patrimonio es fundamental, significa reconocer la importancia de la educación pública que hemos recibido, de los proyectos que hemos llevado a cabo y de las relaciones que hemos forjado”.

“IMPORTANCIA DE CONOCER EL PASADO”

Las docentes Mariela Martínez y Rosana González explicaron cómo fue el proceso de preparación de la actividad que demandó varios meses de trabajo. “Vino una invitación de ANEP para las escuelas centenarias del Uruguay que no era obligatorio, pero a nosotras dos nos pareció una buena idea y los niños se re motivaron”, indicó Martínez, maestra de 5°C. Para ello, debieron presentar un proyecto de investigación, en donde los niños “enseguida se engancharon, comenzaron a investigar”.

Asimismo, hubo que recurrir a exalumnos, por lo que los niños debieron “investigar cómo contactarnos, cómo realizar una entrevista”, en donde se trabajó “diferentes espacios, pero básicamente la comunicación”, añadió González, maestra de 4°B.

Encontraron que varios de los exalumnos son familiares de los actuales estudiantes, por lo que “existe una carga afectiva importante”.
“La importancia de conocer el pasado nos permite conocer el presente y proyectarnos al futuro”, remarcaron las docentes.
“Es una escuela generacional, al principio era céntrica, pero hoy en día vienen de todas partes de la ciudad y lo hacen porque o había venido un padre, o un abuelo; es una escuela que genera pertenencia”, señaló Martínez.

La investigación que realizan los alumnos continuará porque “algo característico de la escuela son los recreos en la plaza Constitución”, que hoy está en obras; por lo que “hemos visto la evolución de la plaza, aguardando por la inauguración para poder darle otro cierre al proyecto”.
Para las docentes, esta actividad “fue muy enriquecedora para los chiquilines y para nosotras, ha sido un viaje al pasado”.