ASSE difundió recomendaciones para prevenir quemaduras durante las fiestas y el verano

El Sindicato Anestésico Quirúrgico del Uruguay, en colaboración con la Sociedad de Quemados y el Centro de Quemados del Hospital Pereira Rossell, en esta época del año lanza una campaña de concientización y prevención de accidentes domésticos y quemaduras en niños, no solo con motivos de las fiestas tradicionales sino también por el comienzo del verano.
En un video difundido por ASSE, la directora del Centro de Quemados, Beatriz Manaro, compartió cuáles son las medidas primarias que tenemos que tener al presentarse una quemadura.
Una vez que alguien se quema, lo primero que se debe hacer es poner bajo el agua de la canilla el área lesionada. “Unos 10-15 minutos, no tiene por qué ser agua fría”, dijo Manaro, y explicó que “eso hace que la temperatura de la quemadura baje y no se profundice”. El problema es que las quemaduras son evolutivas y se pueden profundizar, por lo que hay que actuar sobre ellas en el momento.
En segundo lugar, la directora recomendó que si se está lejos de un centro de asistencia, se debe tener “algún tipo de crema como la sulfadiazina de plata o algún apósito como puede ser propóleo, terpropil”, para colocar en el momento del accidente, luego del agua, y después trasladar al lesionado a “la policlínica más cercana o a una emergencia de hospital”.

El 80% de las quemaduras ocurren en el propio domicilio y el agua caliente es el principal factor de estos accidentes en los niños. La guía recomienda a la población siempre usar tapas y cubrir los recipientes al cocinar para evitar salpicaduras y derrames, y colocar las ollas y sartenes que estén en el fuego hacia el centro de la estufa, lejos de los bordes de la cocina y con el mango hacia el interior, para evitar que puedan ser golpeados.
También destacan mantener informados a los niños sobre la importancia de estar alejados de la cocina mientras hay cosas en el fuego.
Otro objeto muy cotidiano en nuestro país que puede ser un gran problema son los termos. Este debe estar siempre cerrado, “no tenerlo en mesas o colocarlo en el piso”, ya que los niños pueden patearlo o tropezarse y ocasionar un accidente. “En cuanto a las jarras térmicas, tienen cables muy largos y hay que tener cuidado que los niños no los agarren y los tiren”, añadió.
Los niños también andan mucho en la parte exterior de los hogares en esta época por lo que también se tiene que tener cuidado con las brasas. Apagarlas como se debe para que los niños no se quemen.

Fuegos artificiales

Para esta época de fiestas, cuando muchas personas deciden usar pirotecnia, la guía incluye las siguientes recomendaciones: crear un lugar seguro, “un espacio alejado de personas y estructuras inflamables”, manteniendo a los niños y mascotas lejos; utilizar únicamente “fuegos artificiales aprobados, legales y seguros” y seguir “siempre las instrucciones del fabricante”; por último, tener un botiquín de primeros auxilios a la mano y conocer cómo actuar en caso de quemaduras. “Los niños no pueden manejar los fuegos artificiales dado que la pólvora produce dos tipos de lesiones, una por lesión específicamente y otra por quemadura”, aclara Manaro. Por lo tanto, la pirotecnia “puede ser manipulada sólo por personas adultas y teniendo cuidado”.

Quemaduras eléctricas

La directora afirmó que “se está viendo mucho” quemaduras eléctricas. Sobre este tipo de accidentes, se recomienda: no sobrecargar los tomacorrientes y utilizar “regletas de calidad con protección”; mantener los electrodomésticos en buen estado y “reparar cualquier cable dañado de inmediato”; además, mantener “los dispositivos electrónicos y cables fuera del alcance de los niños”. Manaro llamó a “tener ese tipo de cuidados en la casa, ya que el 80% son accidentes intradomiciliarios, y en el cual están los familiares”.

Quemaduras por fuego

Por último, para las quemaduras por fuego, la guía aconsejó: nunca dejar velas encendidas sin supervisión y apagarlas antes de salir de la habitación; instalar y mantener detectores de humo en el hogar, y también considerar “tener un extintor accesible en la cocina y otras áreas de alto riesgo”; si se encienden fogatas, hacerlo “en un área despejada, lejos de estructuras, árboles y cualquier material inflamable (como hojas secas o ramas)”.