La reforma educativa “tiene problemas de implementación”, aseguró Caggiani

El presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Pablo Caggiani, indicó durante su visita a Paysandú que se trazaron hojas de ruta para tomar acciones que se necesitan realizar este año, más allá de ser un año en el que se votará el presupuesto quinquenal.
En este sentido, explicó que se busca “generalizar el acceso a la educación a niños y niñas de 3 años”, algo que catalogó como “un desafío”, dado que “hay aproximadamente unos 4.500 en todo el país que no participan de propuestas educativas, algo que es muy importante en la primera infancia porque mejora su desarrollo”.

Asimismo, se pretende –una de las prioridades del presidente Yamandú Orsi– “duplicar las propuestas con extensión de tiempo pedagógico”, para lo que “nos proponemos en este segundo semestre evaluar lo que estamos haciendo en este sentido y planificar para llegar en cinco años a algo que al país le ha llevado 30”.
En tanto que indicó que existe una hoja de ruta en referencia a la transformación curricular. “Asumimos el gobierno con una reforma que se está implementando, que tiene problemas de implementación, que tiene problemas de diseño y conceptuales”, aseguró Caggiani.
“Tiene una arquitectura que las autoridades que entramos entendemos que requiere de más tiempo que un semestre para poder corregirlas, revisarlas e incorporar las voces de otros actores”, agregó. Es por ello que existe una planificación de lo que se puede modificar este año y otras cuestiones que deberán cambiarse durante el quinquenio.

“PRESERVAR LOS GURISES Y LOS DOCENTES”

“Cuando uno cambia lo curricular o las reglas de juego, lo que está cambiando son las propuestas a las que se van a inscribir los estudiantes y sus familias, y por lo tanto tienen que estar claras antes de que se inscriban”, aseveró Caggiani.
Indicó además que “sucede lo mismo con el trabajo docente”, quienes “eligen cargos y horas a partir de octubre para poder llegar a marzo con todos los grupos cubiertos”, pero “los docentes no pueden estar eligiendo sin saber lo que va a pasar el próximo año”.
Es por ello que la hoja de ruya planteada le permitirá a las autoridades “tener claro qué es posible cambiar este año, cuál es el cronograma de trabajo y cuándo tienen que haber determinadas decisiones” con el objetivo de “preservar los gurises y los docentes el año siguiente”.