Los talleres que abordaron los factores de riesgo para la prevención del suicidio, autolesiones y adicciones organizados por la Coalición Nacional de Prevención del Suicidio (Conapresu) efectuados en Paysandú, Guichón y Mercedes constataron la avidez del público por la capacitación y el conocimiento de la ley integral de salud mental.
Andrea Astudillo, técnica en violencia intrafamiliar proveniente de Chile, señaló que “la gente necesita capacitación y conocer la ley integral de salud mental. Es notoria la avidez de capacitación de los docentes por pesquisar a niños porque no tienen idea sobre síntomas o cambios. Pasa aquí, como en Chile con niños o adolescentes con baja autoestima y en el mundo actual las presiones son mucho más fuertes. Por eso, se mantiene el interés en conformar una red para ayudar a los adolescentes”.
Experiencia global
El licenciado José Ceballos, presidente de Conapresu a nivel internacional, enfatizó que “las experiencias constatadas en Paysandú, Guichón o Mercedes son similares al resto del país. Porque es un trastorno de la salud pública a nivel nacional y Conapresu trabaja sobre la necesidad existente en el país, en el entendido que la alta tasa de suicidios de Uruguay no se trata por departamento”.
Uno de los retos y desafìos de los seminarios que comenzaron en las aulas del Cenur Litoral Norte, “fue el trabajo con las personas y aportar nuestro grano de arena para que en el próximo año, Uruguay no se encuentre entre los primeros países con altas tasas de suicidio. Es uno de los retos que tenemos como organismo internacional que no afecta solamente a la población infanto-juvenil sino a nivel general”, dijo a EL TELEGRAFO.
En coordinación con el vicepresidente de Conapresu Uruguay, Alejandro Álvarez, y “otras autoridades como por ejemplo el alcalde de Guichón, Martín Álvarez, organizaremos otros encuentros porque nos propuso hacer uso de las instalaciones del centro termal para que trabajemos allí”. Entre las modalidades de trabajo, “para levantar un diagnóstico hay que conocer en qué se basa. Por ejemplo, si vamos a hacer un análisis de las tasas de ideación suicida o trastornos en un departamento hay que empezar con una evaluación de los factores de riesgo y los factores protectores, señales de conductas tempranas que afectan a la población.
Pero hay que hacerlo de la mano de otros organismos descentralizados, oenegés y sociedad civil para bajar los índices de suicidios e ideación suicida que tanto afecta a la población en la región de las Américas”.
Formación y capacitación
La institución se encuentra “en 20 países de los cuales 35 conforman la región de las Américas y en base a los datos relevados se mantienen esos elevados guarismos. Y vamos a regresar porque quedaron personas interesadas en realizar un nuevo seminario en forma presencial que coordinamos junto a la Red Internacional de Prevención del Suicidio en las Américas”.
En las próximas visitas, “el objetivo es la formación de suicidólogos avalados por la Universidad de Miami con la entrega de un certificado. Por eso, en nuestra primera instancia formamos adiestradores que el próximo año serán capacitados como suicidólogos”.
Álvarez resaltó que “en los talleres manejamos información sobre la realidad del país y a nivel latinoamericano con un enfoque a profesionales, docentes y padres con la idea de que todos alcancen a la información para ayudar a otros.
Queremos que esta experiencia se pueda reproducir en todos los departamentos y tener conexiones en Latinoamérica porque el suicidio no tiene fronteras. Además, en todos los talleres hubo un público muy heterogéneo”.
Recordó que “algunos países tienen protocolos de atención más ajustados que ayudaron a bajar los índices de autoeliminación para tomar su ejemplo y avanzar en la protección junto a la sociedad en general y las organizaciones sociales”.
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