Argentina asumió la presidencia pro tempore del Mercosur con un discurso en el que su presidente, Javier Milei, manifestó una postura alineada con el reclamo que desde hace varios años viene planteando nuestro país, el de un bloque más flexible, que dé libertad a los Estados miembros de buscar otras posibilidades además de los vínculos comerciales con los asociados. A esta visión principalmente los dos gigantes de la región se habían opuesto en forma sistemática, al extremo que en una de las cumbres incluso el exmandatario Alberto Fernández insinuó una invitación al Uruguay a abandonar la alianza: “si somos un lastre que tomen otro barco”, respondía ante una alocución de Luis Lacalle Pou, en marzo de 2021 cuando se celebraban 30 años del Mercosur y se llevó a cabo un encuentro virtual de presidentes, por las limitaciones a que obligaba la pandemia.
El tiempo ha pasado y es otro viento el que sopla en el bloque, y no solamente por la concreción del largamente perseguido acuerdo con la Unión Europea –que ahora deberán ratificar los Estados en un proceso que ha de llevar también un tiempo– sino porque hubo cambios en los gobiernos de la región y con ello mudaron algunas visiones sobre la integración. Así quedó a la vista con el discurso de asunción de Javier Milei y esto es un hecho significativo que ha reconocido el presidente de nuestro país en su intervención, al entregar el mando y, a la vez, despedirse de estas instancias, dado que la próxima cumbre se realizará después de la asunción del nuevo gobierno, electo recientemente, que encabezará Yamandú Orsi; quien, por otra parte, fue invitado a participar por Lacalle Pou, tal como hizo cinco años atrás Tabaré Vázquez, cuando lo había invitado al actual mandatario, una vez electo, para presentarlo frente a sus colegas. Esto, que no es casual, es todo un simbolismo sobre la continuidad que ha tenido el país en sus posturas, principalmente respecto a la flexibilización de la alianza, que ya había reclamado anteriormente el propio Vázquez en su momento, una idea que se sostiene más allá de los cambios de gobierno y de ideología de los partidos que han ejercido la conducción del país.
“Quisiera hablar principalmente como economista y aprovechar el día y la fecha, habiéndose cumplido ya más de 30 años desde su fundación, para recordar la misión de origen del Mercosur y evaluar en conjunto si el mismo ha estado o no a la altura de su pronóstico originario, porque a las instituciones no hay que evaluarlas por sus intenciones sino por sus resultados”, planteó Milei, que recordó que el bloque nació “como una forma de buscar integrar los mercados de nuestros países, eliminando aranceles, burocracias y doble imposiciones fiscales, y con el fin último de establecer una zona común de libre comercio”. Lamentó que, “en simultáneo y producto de las ideas imperantes en la época, a nuestros juicios equivocadas, se propuso un sistema de arancel externo común para intentar proteger la industria de nuestros países, creyendo que eso traería un beneficio para nuestros ciudadanos”. En su diagnóstico estas medidas provocaron el efecto opuesto: “el arancel externo común no solo encareció la importación de bienes productivos, volviendo a nuestras industrias locales más caras y en consecuencia menos competitivas, sino que nos cerró innumerables vías comerciales”. Esto, afirmó, se debe a que “el comercio funciona como una autopista de doble vía, para uno poder vender libremente debe estar dispuesto a comprar libremente también”, lo que no se logró “por la rigidez del arancel externo común como por las innumerables barreras paraarancelarias que hemos inventado a lo largo de los años”. De esta forma se afectó, dijo, “tanto el comercio del Mercosur con el mundo como el comercio intrazona”. Desde 1995 el comercio intrazona de todos los países, exceptuando Paraguay, se redujo significativamente, y Argentina y Uruguay fueron los casos más notorios de que tener aranceles tan altos “encarece la vida de todos nuestros ciudadanos y les niega la oportunidad de adquirir mejores bienes a mejores precios, es decir, les niega la posibilidad de mejorar su calidad de vida”, planteó. Milei referenció además que desde mediado de los años ‘90 hasta la actualidad la incidencia del Mercosur en el comercio mundial se retrajo desde el 1,8 al 1,6%, “mientras vecinos como Chile y Perú se abrieron al mundo y entablaron acuerdos comerciales con los protagonistas del comercio global, nosotros nos encerramos en nuestra propia pecera tardando más de 20 años de encerrar un acuerdo con el que hoy festejamos, que aún dista de ser una realidad”. Agregó que los dos referidos países del pacífico tienen acuerdos de libre comercio con más de 20 países, mientras el Mercosur logró tratados similares “únicamente con el resto de Sudamérica, Egipto e Israel”. Pero no quedó allí, Milei agregó que durante los últimos 20 años los países del bloque “perdimos la oportunidad de nuestras vidas, fuimos a contramano del mundo durante el ciclo de mayor integración comercial de la historia global, que redundó en el mayor desarrollo de países emergentes jamás visto”. Fruto de ello, “mientras el resto del planeta se expandía gracias al comercio, nosotros le dijimos que no a Estados Unidos que ofrecía un acuerdo de libre comercio en todo el continente”. Y finalizó manifestando con otras palabras, cambiando “lastre” por “cepo”, una postura afín a la que ha tenido Uruguay desde hace varios años y varios gobiernos: “debemos dejar atrás esta etapa caracterizada por la mera administración de acuerdos, el exceso de regulaciones y la implementación de normas que frenan tanto el comercio interno como el resto del mundo”.
Lacalle Pou, como era de esperar, celebró esta declaración. “Uruguay tiene la necesidad y vocación de abrirse al mundo. Me alegro de escuchar a Milei”, y expresó su tesis de que “no se contradice la existencia del Mercosur con la flexibilidad del bloque, déjenos ser, déjenos crecer, no atentamos contra el espíritu fundacional, simplemente progresamos”.
Ahora vendrá el tiempo de pasar de la declaración a la acción y no ha de sorprender a nadie que esta posición de Milei enfrente la oposición de diferentes actores de la vida económica del bloque, que han sido sustento del comportamiento que ha tenido el Mercosur hasta ahora, que se han beneficiado con ello, y ahora ven seriamente en riesgo su posición. → Leer más