Movimientos de Paysandú y Colón se expresan en contra de la ubicación del proyecto de hidrógeno

Un grupo de personas y organizaciones de Paysandú, así como la Multisectorial de Ambiente de la ciudad de Colón, Entre Ríos, se pronunciaron en desacuerdo con la ubicación en la que se proyecta construir la planta de combustibles sintéticos de la empresa HIF. En nuestra ciudad se llevará adelante una recolección de firmas para presentar a la Junta Departamental. Desde la vecina ciudad advierten que el proyecto impactará negativamente el paisaje.

COLÓN

Desde la vecina ciudad de Colón, la Multisectorial Somos Ambiente del Río Uruguay, hizo público un comunicado en el que dan a conocer que solicitan “a la Junta Departamental, la relocalización del proyecto en cuestión, situación que debe resolverse en acuerdos de buena voluntad entre ambas partes, pues así como desde nuestra ciudad se respeta la libre determinación del modelo económico que el Estado hermano establece, del mismo modo solicitamos se tenga a bien considerar el modo de vida que desde esta orilla se ha construido por varias décadas”.
El grupo señala que su preocupación fue motivada por la falta de información precisa “de los procesos, componentes y procedimientos técnicos para la obtención de los diferentes combustibles”. Agregan que esta preocupación “se fundamenta en que la poca información que existe, dado que la empresa ha firmado con el gobierno de la ROU un acuerdo de confidencialidad, sobre el que la Justicia del país vecino determinó que debían darse a conocer la influencia sobre el Ambiente, dado que es un bien público, a lo que por no cumplirse el gobierno está obligado a pagar una multa por cada día que la información no se entregue”.

Desde la vecina orilla se plantea que “dentro de un radio de 10.000 metros se encuentran habitantes de las ciudades de Liebig, San José, Colón y población dispersa de sus ejidos, en un total aproximado de 55.000 personas” y que la producción de que se trata “nos expone a situaciones de contingencias inesperadas en el tiempo, también las características que pueda tener el evento y sus consecuencias”. En ese sentido señalan que “el metanol es altamente tóxico, inflamable, explosivo y gasifica a 20 grados centígrados. Esta particularidad hace posible que, ante eventuales y posibles pérdidas, puede cruzar el río en minutos según la intensidad de los vientos que soplan mayoritariamente desde el cuadrante Este, hacia nuestra costa, desde setiembre-octubre hasta marzo-abril”.

Del mismo modo objetan “la existencia de cuatro chimeneas- antorchas de 40 metros de altura para la quema de modo permanente de excedentes de combustibles del proceso de elaboración”, e indican que en conjunto con el emprendimiento de Enertrag “cubrirán un frente costero de aproximadamente 5,5 kilómetros, situación que impactará negativamente sobre el paisaje que se observa desde la ciudad de Colón y desde diferentes puntos de la costa como Liebig, las playas de San José, y desde diferentes emprendimientos costeros”. Afirman también que “en ningún momento del proceso se ha considerado, ni por las autoridades de la ROU, ni por la empresa HIF Global a las poblaciones transfronterizas como potencialmente afectadas”.

PAYSANDÚ

Con un extenso texto en el que se recogen diferentes objeciones que se plantean respecto al proyecto de planta de la empresa HIF Global, a ubicarse en los padrones N.º 11.950 y 11.951, comenzó en nuestra ciudad una recolección de firmas que demuestren el apoyo de la población a estos argumentos. El texto expresa que los firmantes consideran que “es ambientalmente inconveniente y riesgosa, para la ciudad de Paysandú, para el lugar mismo de instalación y para el área contigua a proteger” y que sentará un precedente negativo para la zona aledaña al río Uruguay.
Consideran, por ejemplo, que la planta debiera ubicarse aguas abajo de la ciudad, pero también señalan que la producción de los combustibles no será neutra en carbono y que en el proceso se “liberan metano y óxido nitroso, ambos gases de efecto invernadero mucho más potente que el CO2”, y aunque la empresa afirma que el metano será reciclado, “no hay información acerca del otro compuesto”.
Expresan asimismo que durante la etapa de construcción “quedarán sedimentos expuestos a los eventos meteorológicos por un tiempo indeterminado pero que de acuerdo al tamaño de las obras, será prolongado” y estará expuesto al arrastre en caso de lluvias hacia la costa y el cauce del río. Afirman también que la planta sustituirá suelos por superficies impermeables en unas 77 hectáreas.

MONTE

La planta, agregan, se ubicará en padrones incluidos en la zona de amortiguación categorizada como “Paisaje Protegido” en el proyecto original de área protegida, titulado “Sistema fluvial: Islas del Queguay y Costas del Río Uruguay”. También indican que se talarán “aproximadamente 100 ha de monte autóctono –según el informe ambiental estratégico de la empresa de agosto 2024 y su anexo titulado ‘Análisis de Argumentos Para la Recategorizacion del Suelo e Impacto Ambiental y Posibles Medidas a Implementar’– que pertenecen al ecosistema de los bosques ribereños del río Uruguay”, con características únicas en el país.
En el texto se plantea que las medidas de mitigación propuestas “son absolutamente insuficientes” y que el proyecto ocasionará “fraccionamiento de hábitats en predios aledaños mediante la construcción de caminería de acceso, de trazas correspondientes al colector de efluentes, al aductor proveniente de ALUR, así como por la construcción de una toma de agua desde el río que se hará en la faja costera que la misma empresa pretende preservar”.

Otra de las objeciones recogidas en el texto refiere a las distancias respecto de los límites del área protegida propuesta por el Ministerio de Ambiente. “Son peligrosamente cortas, tanto hacia el límite sur de los padrones continentales –3,5 kilómetros–, como hacia las islas”, puntualizan.

INCOMPATIBLE

El proyecto de área protegida establece la prohibición de usos incompatibles con los valores de conservación del área, entre los que se consideran “la urbanización y la ejecución de construcciones salvo las previstas en el plan de manejo”. Y aunque “se sobreentiende que hace referencia a construcciones dentro de los padrones incluidos en el área”, advierten que la empresa “propone realizar megaconstrucciones que cubrirán no menos de 180 hectáreas a las escasas distancias mencionadas”.
Por otra parte mencionan que “paisajísticamente resulta difícil entender cómo se mitigará el efecto de tres chimeneas de 60 metros y cuatro antorchas de 30 metros de altura” y concluyen que “no corresponde otorgar el aval a la recategorización de suelos en los padrones involucrados” en función de los argumentos expuestos, “con la finalidad de preservar la biodiversidad y la calidad ambiental del entorno inmediato a la ciudad de Paysandú”.