El misterioso y diverso mundo de los peces de agua dulce del Uruguay y el Queguay

Es un hecho que los uruguayos conocemos poco sobre nuestra fauna autóctona y en parte sucede porque crecimos viendo dibujos animados de Disney y nos hablaron de elefantes y jirafas en los cuentos, pero no de nuestro aguará guazú o el coendú. Entonces, además de que habitualmente esa fauna autóctona no es fácil de ver, si le ponemos la dificultad de un hábitat acuático, las posibilidades de conocer más sobre nuestra fauna ictícola se reducen a ir de pesca un sábado de tarde o sentarse a escuchar cuentos de pescadores con fama de mentirosos.
Pero lo cierto es que no necesitamos ir muy lejos para comprobar que hay material suficiente como para aparecer en revistas científicas donde se publican nuevas especies. Recientemente desde el laboratorio en Paysandú, se registraron siete nuevas especies de peces para Uruguay. Algunas fueron encontradas en muestreos de proyectos del laboratorio, otras por un profesor con estudiantes de Biología y otros en colaboración con el Comité Científico de la CARU.

Cuando nos mostraron fotos de los especímenes descubiertos acá cerquita, la primera sensación fue de asombro, pero después también surgió la intriga de pensar cuántas más existirán; qué parte pequeña del mundo vemos y cuánto más es lo que permanece a oscuras ante nuestros ojos. Esa similar intriga fue en parte, la que llevó a estos estudiantes y sus profesores –algunos de ellos sanduceros–, a presentar un proyecto de iniciación a la investigación para conseguir financiación con el PAIE (El Programa de apoyo a la Investigación Estudiantil) que permitió registrar siete nuevas especies de peces para nuestro país. Así fue como Anna Feris (UTEC Paysandú), Lucía Uruzula (Cenur Paysandú), Facundo Cortondo (Cenur Paysandú), Edgardo Bevilacqua y Wiston Albieni propusieron un proyecto de investigación que incluía evaluar si la desembocadura del río Queguay en el río Uruguay, es una zona de reproducción de juveniles de peces y en ese marco encontraron a estos pequeños ejemplares.
Iván González-Bergonzoni, Ivana Silva, Cristhian Clavijo, Wiston Albieni, José Bessonart, Edgardo Bevilacqua, Facundo Cortondo, Anna Feris, Joaquín Pais, Lucía Uruzula y Marcelo Loureiro, son los autores y coautores de estas investigaciones que acaban de ser publicadas (papers en Check List, the journal of biodiversity data), si bien fueron encontradas en diferentes momentos y lugares.

MADRECITA, “LA SELLADA”

Uno de los hallazgos fue la madrecita de agua (Cnesterodon raddai), “una especie de salmón criollo que es un pariente del dorado digamos, pero que es frugívoro”, (come frutos e insectos terrestres) “de los cuales sabíamos que había una especie para Uruguay y descubrimos que hay dos especies”.
“En la investigación que hicimos que duró un año, se encontró el comúnmente llamado madrecita de agua”, explicó Uruzula. “Enseguida nos dimos cuenta de que no era ninguna de las especies de peces que conocíamos para Uruguay. Esta es una de las especies más raras de haber encontrado acá”, adelantó el Dr. Iván González Bergonzoni, del Laboratorio de Ecología Fluvial, Departamento de Ciencias Biológicas del Centro Universitario Regional Litoral Norte de la UdelaR.
Otra especie bastante rara de encontrar es el Brycon hilarii “que en realidad también su distribución era el Paraná alto. Ahora es como que está muy lejos de su distribución”,
Estas apariciones se encontraron en muestreos realizados entre octubre de 2023 y marzo de 2024 y coinciden con inundaciones grandes “donde se producen eventos reproductivos muy grandes y las larvas y juveniles derivan aguas abajo. Ese pez puede llegar a pesar 2 kilos o más. Todas esas especies nuevas que llegan pensamos que sea en parte por la inundación. Algunas especies siguen estando y las seguimos registrando”.
Las dos primeras fueron registradas en la desembocadura del Queguay y aguas debajo de la represa de Salto Grande y en la desembocadura del río Negro en el monitoreo que hace el comité científico de la CARU. “Ellos realizan monitoreos en varios sitios del Uruguay y yo desde el Laboratorio de Ecología Fluvial, colaboro con esos muestreos”.

En cuanto a la tararira ñata (Hoplerythrinus unitaeniatus) que en realidad es una confirmación para Uruguay porque ya había sido mencionada pero no había sido colectada científicamente y no había registro en un museo de esa especie, “en comunicación con un pescador, me manda justo que había pescado esa en Bella Unión”, explicó González.
Estas especies se agregan a una lista de 265 especies, pero vienen básicamente de diferentes muestreos que lleva a cabo el Laboratorio de Ecología Fluvial en colaboración con los monitoreos de CARU.

Cnesterodon raddai, Brycon hilarii, Schizodon borelli, fueron colectadas en diferentes proyectos por el Laboratorio de Ecología Fluvial. La más rara de ellas (la Cnesterodon raddai) fue colectada por el proyecto estudiantil y las otras tres, Hemiodus orthonops, Tetragonopterus argenteus y Cynopotamus kincaidi, “son los que aparecen en los muestreos de CARU a los cuales nosotros asistimos y detectamos que son especies nuevas. Guardamos vouchers, entramos en contacto con Marcelo Loureiro de Montevideo de la Facultad de Ciencias colaborando con él, que las ingresó al museo. Feris recordó que “en aquel momento era un caos porque no solo estábamos nosotros, sino que había otro grupo de estudiantes que se unieron a nuestros objetivos. Yo estaba identificando otras especies, Lucía estaba pesando esos peces y Facundo haciendo los arrastres. Y Facundo salió diciendo ‘¿esto qué es?’ y empezaron todos a meterse al agua, a sacar con los calderines. No me olvido más”

MUY BUEN INDICADOR

A nuestra pregunta sobre si estas apariciones pueden ser indicadores de agua de muy buena calidad, González dijo que “el Queguay mantiene un buen estado de conservación relativo a otros cursos de agua del país y mantener una alta diversidad siempre es un indicador de tener buena calidad de agua. Que sigan apareciendo especies a esta fecha es un muy buen indicador”.

ESPECIES DE IMPORTANCIA COMERCIAL

Desde 2020 vienen realizando cuatro muestreos por año bastante intensivos en varias zonas, pero “estamos en 2025 y seguimos encontrando especies que no habíamos encontrado antes en el río Queguay. Tenemos más de 120 especies de peces, que es más de la mitad de las especies que hay un país. Es un río muy diverso”, manifestó González.
El objetivo a futuro “es mantener estos monitoreos que tienen diferentes preguntas de investigación, más allá de descubrir especies. La idea de los proyectos, por ejemplo, en el caso de los monitoreos de reproducción de peces en la desembocadura del río Uruguay, es ver la estacionalidad. Cuándo se reproducen diferentes especies y en qué zonas para comparar cantidad de larvas, huevos, peces juveniles que hay en el río Uruguay, aguas arriba de la desembocadura del Queguay. Tratando de evaluar esa zona como un área de cría de peces y entre tantas especies de importancia comercial. Es una zona que brinda un servicio ecosistémico a las pesquerías del Uruguay. Eso es un programa que tenemos financiado por lo menos un par de años más y que vamos todos los meses. La idea es ver cómo la variación hidrológica del río, (inundación, sequía), afectan la reproducción de los peces. Las olas de frío, las de calor, el cambio climático. Y en ese contexto es esperable que sigan apareciendo cosas”, afirmó.

DESDE ACÁ TAMBIÉN SE PUEDE

González es de Atlántida y llegó a Paysandú en el año 2019 a trabajar en el Laboratorio de Ecología Fluvial con el objetivo inicial de generar un grupo de investigación en ecología de peces acá, pero sus sueños se vieron ampliamente superados por varios proyectos –muchos en curso–, de estudiantes que ya finalizan sus carreras con exitosas investigaciones. En 2023 publicó junto con Marcelo Loureiro y Franco Teixeira de Mello, la nueva edición del libro “Peces de Agua Dulce del Uruguay”.
“Queremos mostrar cómo desde acá se puede hacer investigación en ecología y descubrir cosas. Dirigir las investigaciones hacia problemas o temas específicos de acá, como en el caso de las islas del Queguay”.

ESTUDIANTES PREMIADOS

Con el Paie, “por estos encuentros con especies raras y por la importancia a nivel comercial que tienen los peces, ganamos una mención especial en el proyecto que presentamos en Montevideo”, manifestó la estudiante Uruzula.
El Paie financia proyectos a nivel de la UdelaR en todo el país y entre todos esos proyectos, se eligen los mejores trabajos y “el equipo de ellas dos y otros tres estudiantes ganaron esa mención”, señaló el profesor González.
Por su parte, Feris recordó que cuando enviaron la propuesta del trabajo en el inicio, el comentario fue que “nos parece muy innovador y ambicioso lo que quieren lograr”. ¡Y vaya si lo lograron!

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