Covisintex construye edificio habitacional para 43 familias

Los cooperativistas en un alto de la obra para la foto.

Con gran entusiasmo las 43 familias nucleadas en la cooperativa de viviendas sindicales Covisintex (Cooperativa de Viviendas Sindicales Textil) trabajan en en la obra edilicia que dentro de 24 meses les permitirá tener el ansiado techo propio, tras largos años de trámites, gestiones y esperas para poder acceder a esta conquista.

El edificio de ocho plantas se construye en el predio de la antigua Paylana, y responde a las necesidades de disposición de las viviendas en ese espacio, donde se cuenta con los servicios correspondientes.
El presidente de la cooperativa, Federico Molinelli, destacó a EL TELEGRAFO que la cooperativa se enmarca en el Plan de Vivienda Sindical y fue fundada el 13 de julio de 2017, con el correspondiente trámite ante la Agencia Nacional de Vivienda (ANV), habiendo escriturado el préstamo en agosto del año 2024.

Expresó el dirigente cooperativista que “vamos en el cuarto mes de la obra de construcción, y estamos a la mitad de la etapa de cimentación, teniendo en cuenta además que trabajamos desde mediados de enero, tras el retorno de la licencia de la industria de la construcción”.
Destacó que la cooperativa nuclea a 43 familias, con gran porcentaje de ellas encabezadas por jefas de hogar, y los socios por el sistema de ayuda mutua dedican horas semanales para levantar el edificio de ocho pisos, de los cuales siete plantas serán afectadas a viviendas para familias y la restante para el salón de usos múltiples.

Se trata de unidades habitacionales de dos, tres y cuatro dormitorios, respondiendo así a las necesidades de cada núcleo familiar y en base a las posibilidades de ingresos del grupo, precisó el entrevistado.
Haciendo referencia a los pasos que se dieron desde 2017, señaló Molinelli que “cumplimos en su momento toda la etapa de los sorteos y pasamos a la escrituración del préstamo en agosto de 2024, para empezar en octubre del mismo año la construcción. Nuestro asesoramiento técnico es llevado por el instituto CTO (Cooperativa de Trabajo de Paysandú)”, mientras que en el caso de la mayoría de las viviendas sindicales el instituto asesor es el IAT.

Dos años de trabajo

En lo que tiene que ver con la extensión de la obra de construcción del complejo habitacional, precisó que “nos quedarían dos años, por lo que esperamos que para comienzos del 2027 estaríamos finalizando la obra, habida cuenta de que están estipulados 28 meses en el proyecto, de los cuales llevamos cuatro, por lo que nos quedan 24 meses por delante”.

Subrayó que los trabajos se desarrollan “por ayuda mutua, enfocado a que todos los integrantes de la familia mayores de 18 años puedan colaborar en caso de que la familia necesite que concurran. Es decir el sistema de ayuda mutua se hace por familia y son un período de 20 horas semanales por cada grupo familiar, que se dividen por día y los integrantes del núcleo que puedan ir para cumplir con esas 20 horas semanales dedican respectivas horas para hacer ese total del núcleo”.

La mano de obra de los socios y familias constituye aproximadamente un 25 por ciento del presupuesto total de la construcción, para un costo estimado del orden de los 4 millones de dólares en unidades reajustables (UR), en tanto una vez terminada la obra y seis meses después de entregadas las viviendas, entra a regir el plazo de 25 años para la amortización del préstamo.

Una vez fijada la cuota familiar y las condiciones en que está cada grupo, entra a regir la consideración del subsidio que corresponde a este tipo de emprendimientos, para lo que se tienen en cuenta los ingresos del núcleo familiar. “En base a un porcentaje de los ingresos se establece el subsidio si correspondiere. Para acceder al subsidio se hace un trámite aparte, teniendo en cuenta el monto de los ingresos, el gasto de la familia, determinando así qué monto máximo puede pagar, en base a los criterios que maneja la ANV y el banco para cobrar después la cuota mensual”, explicó.

Destacó que se comienza a pagar “seis meses después de firmada el acta de fin de obra”, en tanto subrayó que como tantas otras cooperativas, gran parte de los integrantes del grupo son jefas de hogar. “Tenemos un porcentaje muy alto de madres solteras jefas de hogar, y nuestro caso no es ajeno a la realidad de la sociedad. Dentro del padrón de la cooperativa tenemos numerosas compañeras que son jefas de hogar, quienes por cierto hacen un esfuerzo doble en esta etapa de obra, porque deben mantenerse trabajando para llevar dinero a su hogar y dedicar muchas horas al trabajo de ayuda mutua. Cumpliendo una jornada muchas veces agobiante para cumplir con las horas asignadas y todo lo que demanda el mantenimiento del hogar las 24 horas. Para ellas tenemos un reconocimiento especial, por el esfuerzo que vuelcan a diario”, consideró.