Un grupo de amigos y allegados a Sebastián Borthagaray iniciaron una campaña digital, consistente en la recolección de firmas, ante la problemática de los caballos sueltos y en procura de instalar el tema en la opinión pública mientras ansían una pronta solución. El 10 de setiembre de 2024, Sebastián –de 24 años– fue víctima de un accidente devastador causado por un caballo suelto. Desde entonces, lucha por su vida y está internado en CTI. Si bien está consciente, el joven solo puede mover la cabeza y apenas se comunica, a raíz de una lesión de la columna cervical. En aquel entonces, EL TELEGRAFO dio cuenta del hecho ocurrido próximo a las 23 cuando el joven se retiraba hacia su casa por Avenida de las Américas, luego de culminar su jornada de estudios en el Polo Tecnológico.
Los partes médicos no son alentadores y es improbable que Sebastián recupere la vida que tenía antes del accidente. Sin embargo, su familia se prepara para recibirlo de vuelta en su hogar, el que van a tener que transformar en un especie de CTI para poder atender sus necesidades. Más allá de la situación a la que se enfrentan, se encuentra el vacío de las instituciones que les han dado la espalda ya que –según confiaron a este medio– “nadie hace nada”.
La familia de Sebastián denuncia que la problemática de los animales sueltos en las calles de Paysandú ya lleva tiempo y nadie toma cartas en el asunto. “Mientras Sebastián y su familia intentan sortear un sistema burocrático que no está preparado para manejar su situación. Ministerio de Salud Pública, BPS o Mides, nadie tiene un plan de contingencia para su caso”, indica la descripción de la web change.org, a la que se puede acceder escaneando el código QR de esta nota.
“Esto no es un caso aislado. Los caballos sueltos en áreas urbanas son un problema creciente, responsable de múltiples accidentes viales, lesiones graves y, lamentablemente, pérdida de vidas humanas.
Sin embargo, a pesar de los riesgos evidentes, las autoridades de la Intendencia Departamental de Paysandú, el Ministerio del Interior y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca parecen no estar tomando acciones adecuadas”, precisan desde la publicación.
En tanto, aseguran que la tragedia que golpeó a Sebastián y a su familia “pudo haberse evitado”. “No podemos quedarnos callados mientras nuestras vidas y las de nuestros seres queridos están en peligro. Es por eso que exigimos que las autoridades correspondientes actúen de manera inmediata, coordinada y sostenida para erradicar los caballos sueltos en zonas urbanas. Esta no es solo una cuestión de seguridad vial, sino una cuestión de responsabilidad y respeto por la vida humana. Por favor, únanse a nosotros en esta petición y exijan una acción urgente para proteger nuestras vidas y las vidas de nuestros seres queridos”, expresan. La página ya cuenta con casi 900 firmas de adhesión, por su parte el grupo tiene como objetivo llegar a las 3.000.
GRUPO EN FACEBOOK
Asimismo, el grupo no descansa y también creó una página en Facebook llamada “República Equina de Paysandú”, en la que la idea es dar a conocer situaciones en cuanto a los hechos que luego desencadenan en graves accidentes, creando alertas y pidiendo soluciones.
Uno de los encargados de administrar la página precisó a EL TELEGRAFO que “lo que queremos es que el tema se instale y podamos discutirlo con las autoridades y poder llegar a una solución definitiva”. “Han habido intentos, porque vemos que hay decretos departamentales desde la Administración de Caraballo y de Olivera, pero lo que fallan son los mecanismos y otros actores como el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca que no se hace cargo de los animales sueltos como debería. Ni hablar de las denuncias al 911 que son muchas veces sin respuesta. La idea es apoyar a la familia y a Sebastián, no queremos que esto vuelva a suceder ni nadie pase por una situación así”, sostuvo.
Desde que empezó a hacerse visible la página, contó que han tenido “tanto amenazas como comentarios de personas indignadas por la situación, quienes pasan por las principales arterias de la ciudad y ven la problemática, o han tenido que frenar de golpe para evitar un accidente y por más que llaman al 911 no ha pasado nunca nada”. “Estamos buscando unir a la gente, saber cuántas personas están acompañándonos y que las autoridades también sientan que estamos respaldados con las decisiones, porque a veces no es ir a chocar contra el que tiene el caballo como un carrero sino al contrario, es contra aquellos que tienen los caballos atados en la calle o sueltos y solo porque les gustan dar una vuelta a caballo los fines de semana. No estamos contra los animales, sino contra la falta de responsabilidad con un animal del porte de un caballo que han ocasionado graves accidentes”, manifestó.
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