Dr. Ricardo Diez: Déficit de memoria (DM)

La memoria es la capacidad de obtener, almacenar y recuperar información. Para que funcione adecuadamente es necesario que la atención, que es la capacidad de dirigir la actividad mental hacia un punto determinado, esté intacta. Si la atención falla, la memoria también. Los recuerdos son la expresión de que ha ocurrido un aprendizaje en el cerebro.
La memoria contribuye a definir cómo cada persona es y está en el mundo. Es un componente fundamental de la identidad, porque permite guardar acontecimientos, situaciones y experiencias de la vida pasada que le dan significado al presente y sentido al futuro. Es una función muy compleja y vulnerable.
La consolidación de la memoria se hace durante el sueño. El adulto mayor puede tener olvidos “benignos” que no afectan la vida cotidiana sin que esto implique enfermedad.

Tipos de memoria

Inmediata: es el manejo de la información en un instante dado. Se localiza en la corteza prefrontal y giro angular.
A corto plazo: proceso que permite retener información temporalmente (minutos)
A largo plazo: refiere a los procesos que permiten recordar información que se puede necesitar en el futuro con mayor o menor frecuencia.
Remota: referida a recuerdos de hace muchos años.
Prospectiva: hace referencia a los procesos que permiten recordar lo que hay que hacer en un futuro lejano o cercano.
Episódica: es el proceso que permite procesar, almacenar y asociar episodios de la vida. Se localiza en el hipocampo y circuitos límbicos.
Semántica: hace referencia a los procesos que permiten recordar información, conocimientos generales relacionados con las cosas, lugares o personas. Se localiza en los lóbulos temporales.
Procedimental: es cómo se hacen las cosas. Este tipo de memoria no es del todo consciente (ej. conducir). Se ubica en los ganglios basales, cerebelo y área motora.
Emocional: reconoce emociones frente a estímulos diversos.

Causas de DM

Envejecimiento normal, traumatismo o menor lesión de cráneo, trastornos emocionales, alcoholismo crónico, déficit de B12, hipotiroidismo, infección VIH, tumor o infección cerebral, apnea del sueño, demencia, deterioro cognitivo leve, asociada a patologías de salud mental, AVC convulsiones, déficit de sueño.

Diagnóstico y recomendaciones

Una historia clínica es el primer paso para el diagnóstico. Si el paciente no es consciente de su déficit, se debe contar con informantes confiables que interactúen con el paciente de forma regular. La historia clínica ayudará a delinear la evolución temporal (días, semanas) de los síntomas iniciales y asociados. Es esencial excluir causas tratables del DM, así como excluir componentes emocionales como ansiedad, depresión y riesgo suicida.