
El Consejo de la Facultad de Medicina, en su sesión ordinaria del pasado miércoles, votó por unanimidad la decisión de nombrar a la Dra. Diana Domenech, como nueva profesora titular –Grado 5– en Medicina Familiar y Comunitaria.
La docente del Cenur Litoral Norte, explicó que “se llega a Grado 5 en las distintas facultades, producto de una trayectoria académica que surge de mucho tiempo atrás. En realidad, fui residente de Medicina Familiar y Comunitaria, después jefa de residentes, luego fui docente por primera vez Grado 2 en las áreas clínicas que es el grado de inicio de la carrera docente. Concursé y gané para ser Grado 3 y luego Grado 4”.
Actualmente, “frente al cese de nuestro Profesor Vignolo, que es el Grado 5 en Medicina Familiar y Comunitaria, la Facultad de Medicina llamó a concurso para quienes quieran postularse. En el llamado a aspirantes, hay que presentar los méritos, un plan de trabajo y un librillo donde se señalan las áreas a desarrollar como profesora. Una comisión asesora evalúa esos méritos y hace un informe para el consejo de la Facultad de Medicina, que finalmente decide quién es la profesora”, dijo a EL TELEGRAFO.
El consejo de la Facultad de Medicina, como todos los consejos de la Universidad de la República, son cogobernados e integrado por los órdenes docentes, egresados y estudiantes. Este miércoles votaron por el nombre de Domenech.
“Es una apuesta que hace la Facultad de Medicina al reconocimiento académico en el Interior. En realidad, con este nombramiento soy la primera profesora de una materia clínica del interior del país y del norte del río Negro. La celebración no es solamente individual o colectiva de la Medicina Familiar y Comunitaria sino del proceso de descentralización que impulsa la Universidad de la República”.
La unidad académica de su especialidad cuenta con docentes asistenciales en Paysandú, Salto, Tacuarembó, Cerro Largo, Florida, San José, Canelones, Maldonado y Montevideo.
“En mi plan de trabajo, me organicé para –de alguna manera– estar presente en todas esas unidades docentes asistenciales. Mi trabajo no estará centrado únicamente en Montevideo o en Paysandú. Lo que se pretende de la profesora es que promueva el desarrollo académico de la especialidad en todos los lugares donde esté presente y en crecimiento. Ya lo había pensado y acordado con mi familia que serán años de muchos traslados a diferentes lugares del país y cuando me presenté estaba dispuesta a promover el desarrollo de la cátedra”.
Trayectoria de la especialidad en uruguay
La Medicina Familiar y Comunitaria en Uruguay “es una de las disciplinas más nuevas, aunque se aprobó como especialidad en 2001. Su reconocimiento es lento dentro del sistema de salud. En realidad, es el especialista en el primer nivel de atención. Es la puerta de entrada al sistema de salud. El médico de familia es un especialista en personas y mira la integralidad en la atención, no solamente a la patología. Además, atiende a todos los integrantes de un grupo familiar. Por lo tanto, conoce determinados aspectos que hacen al proceso salud-enfermedad”.
Domenech definió que “el médico de familia tendría que ser capaz –porque así está escrito en la literatura y es así como nos formamos– de resolver el 80% o 90% de los problemas de salud de las personas que acuden a su consulta e interconsultar. Es decir, no derivar, porque la palabra derivación pareciera que el paciente quedara a la deriva. El paciente siempre vuelve a su médico de referencia y esa es la idea del médico de familia”.
No obstante, “cuando la capacidad de resolución se sobrepasa por la complejidad de la patología, entonces ahí se interconsulta con un especialista y el paciente retorna al médico de familia. Ese es el rol de la Medicina Familiar y Comunitaria y tiene, además, un perfil de trabajo con la comunidad que le permite a los médicos, conocer el hábitat donde se mueven las personas en su cotidianeidad. Eso, también, jerarquiza determinados aspectos de su salud que no se logra si no se conociera ese hábitat”.
La especialidad “está más extendida en el subsistema público, en ASSE, que en el privado. Pero pensamos que con el correr del tiempo y el desarrollo académico desde la Facultad de Medicina se empezará a conocer más y a existir la posibilidad de que el usuario pueda elegir a su médico de familia para ser atendido”.
La carrera de medicina en paysandú
Desde la aprobación en 2019 de la realización en forma completa de la carrera de Medicina en Paysandú, la matrícula se incrementó en los últimos años. “Al principio fue de forma exponencial, luego hizo una meseta en 2022 y 2023 y luego volvió a despegar entre 2024 y 2025. Eso quiere decir que dimos en el clavo con una necesidad de promover educación terciaria en la región. Esto tiene que ir acompañado de la posibilidad de plazas de posgrados y, en ese sentido, desde el decanato de la Facultad de Medicina sigo siendo la asistente académica del decano para el norte del río Negro, hacia donde hay una apertura para la promoción de mayores plazas de posgrados”.
Domenech agregó que los estudiantes, una vez recibidos, puedan aspirar a hacer sus cursos de especialización en el norte del país. “No es tan fácil, porque requiere mayores recursos y que las instituciones públicas y privadas quieran tener especialistas en formación. O sea, residentes en sus instituciones y paguen porque en realidad son cargos rentados. Con esta movida presupuestal, seguramente se ponga el foco ahí y la esperanza de que haya más plazas para posgrados al norte del río Negro. Porque se da un proceso natural, se incrementa la cantidad de médicos que se forman en el interior y luego, esos especialistas tiene que poder desarrollar sus especialidades en el Interior para completar el proceso de formación”.
La profesora precisó que “ahí comienza, no solamente a disminuir la brecha de desigual distribución de médicos del Interior respecto de Montevideo, sino que los mismos médicos especialistas que quedan radicados acá, luego forman a otros especialistas. El decanato trabaja firmemente en ese proceso para tratar de obtener mayor plazas de especialistas en el interior”.
En 2025 “cerca de 1.000 estudiantes se encuentran inscriptos en algún año de la carrera de doctor en Medicina, cuando en 2019, no pasábamos los 50. Para suplir las necesidades que tenemos al norte del río Negro, tendremos que esperar unos 5 o 6 años. Porque las generaciones que se reciben por ahora son entre 20 y 30 y luego comenzarán a ser 50 o 100, dentro de 3 o 4 años”.